Aunque las ventas escasean, se estima que para el 70% de los expositores la cita será rentable
17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El nivel es muy alto». La afirmación del galerista Luis Hernando la comparten la mayoría de sus colegas. Después de una década de intentos, todo indica que, con Espacio Atlántico, Vigo ha dado el paso definitivo para convertirse en una feria de referencia en el circuito del arte internacional. La definición que ayer hacía Yolanda Rodríguez resume la sensación general: «Es una especie de ?Arco más pequeño».
En parecidos términos se expresaban la coruñesa Ana Vilaseca o la viguesa Juana Amarelo. Todos ellos esperaban que en las 24 horas que faltaban para que el recinto cerrara sus puertas, las ventas se animaran. «Es lo único que está flojo», afirmaban. No obstante, eran optimistas, ya que saben por experiencia que los coleccionistas suelen tomarse su tiempo para decidir.
Los organizadores no disimulan su satisfacción en este apartado, ya que contaban como punto de partida con medio centenar de reservas de coleccionistas, al margen de los gallegos. Han llegado especialmente desde Madrid y Portugal. Entre los gallegos ha sido la Fundación Barrié la primera en sacar la chequera. Entre ayer y hoy lo harán Caixanova y el Museo de Arte Contemporánea de Vigo (Marco), entre otros.
La colección del Marco
Está previsto que el museo vigués inicie su colección con cuatro o cinco piezas, que la dirección elegirá entre las recomendaciones que realicen los comisarios de Espacio Atlántico.
Javier Scarpellini, director comercial de la feria, aseguraba ayer que, desde el punto de vista económico, «alguien que ha sido capaz de lograr reunir semejante nómina de galerías y artistas, va a tener resultados seguro». Se mostró igualmente convencido de que en muy poco tiempo se convertirá, junto con Arco, en el segundo referente de la Península
Aunque la crisis económica está haciendo mella en el mundo del arte, y las ventas se realizan con cuentagotas, se estima que para el 70% de los galeristas será rentable su presencia en el certamen. «Al margen de los acuerdos puntuales que puedan cerrarse in situ, sabemos por experiencia que muchos contactos fructifican días, semanas o meses después», explica la galerista madrileña Yolanda Rodríguez.
Por su parte, Luis Hernando, responsable de la asturiana Vértice, con trece años de bagaje en Arco, subraya que las ventas son importantes, pero que no lo es menos «tener la oportunidad de hacer llegar al público la obra de nuestros artistas para que tanto coleccionistas como no iniciados puedan disfrutar de ella».
Por lo que se refiere a los precios, los hay para todos los bolsillos. Una de las piezas más baratas (350 euros), firmada por David Morago, la encontramos en la viguesa Dua 2. Entre las más caras, una pintura de Markus Kinnenbink (40.000 euros). Después de cuatro días, la feria echará el telón esta tarde (20.30 horas).