China prepara la versión patriótica de «Mulan» para contrarrestar a Disney

Tatiana López

CULTURA

Jingle Ma dirigirá el filme centrado en los valores orientales del valor y la guerra.

08 dic 2009 . Actualizado a las 11:10 h.

En Estados Unidos y en el mundo occidental la imagen de Mulan es la de una pobre campesina llena de energía que sabe cantar y bailar. En China, sin embargo, se la conoce como una soldado sin compasión que supo defender la bandera nacional durante años.

La imagen de Hua Mulan, la heroína china que supuestamente vivió en la época de la dinastía Wei (siglos V y VI después de Cristo), ha sido motivo de discordia entre Oriente y Occidente desde que la factoría Disney decidiera inmortalizarla en una película de dibujos animados. Ahora un nuevo filme chino trata de recuperar la esencia de esta guerrera cuya imagen Disney consiguió monopolizar durante casi once años.

Una historia diferente

Dirigida por el realizador Jingle Ma y protagonizada por la estrella nacional Zhao Wei -además de cantante pop, protagonista de Acantilado rojo (2008) y Guerreros del cielo y la tierra (2003)-, la nueva película es el último intento del mercado asiático por recuperar el control sobre un icono convertido en una franquicia a escala mundial pero que deja pocos dividendos en yuanes.

La historia de Hua Mulan, un personaje cuya existencia histórica nunca se ha podido probar, está basada en un poema anónimo de apenas 300 palabras escrito durante el siglo VI. En el texto original se cuenta la existencia de una mujer que durante años formó parte de un ejército integrado exclusivamente por hombres. Sin embargo, y mientras en la versión de Disney es esta vertiente transgresora la que da aliento al argumento, la película de Ma prefiere destacar aspectos más propios de la cultura asiática como el patriotismo, la valentía en la guerra o el amor.

«Mucha gente piensa que Mulan era un especie de dios, en mi película yo la retrato como una mujer», aseguraba hace unas semanas el director, quien en el guión habla por primera vez de una posible historia de amor entre Mulan y uno de sus generales.

Jingle Ma, quien ha contado con un presupuesto de 12 millones de dólares para realizar su cinta, no espera sin embargo obtener un éxito similar al que cosechó Disney, cuya historia animada conseguía en su día una recaudación mundial de 300 millones de dólares.

«No sé si al resto del mundo le gustará, porque mi objetivo no es el resto del mundo, sino contentar a la audiencia china», confesaba el realizador a la agencia Associated Press.

A la caza del dragón verde

Con una población de 1.300 millones de habitantes, 290 de ellos menores de 14 años, Jingle Ma no es el único que estos días apunta sus dardos a los consumidores chinos, un público que Disney intenta conquistar desde 1936. Fue precisamente en esa fecha cuando tuvo lugar en Pekín el estreno de la película Blancanieves y los siete enanitos, el primer filme que la productora infantil logró introducir en Oriente. A este hito histórico siguieron 40 años de sequía después de que el dictador Mao prohibiera expresamente la exhibición de cualquier película de Disney, por considerarlo símbolo del capitalismo. La barrera entre Disney y el Ejército rojo se rompía definitivamente en 1995 con el estreno en la capital de El rey León . Desde entonces el reino mágico ha conseguido estrenar 15 producciones más en el Imperio chino, todo un hito si se tiene en cuenta que las autoridades del gigante asiático tan solo permiten el estreno de 20 películas extranjeras al año.

Aun así, los ejecutivos de Disney aseguran que dos factores impiden todavía el éxito comercial de sus películas en Asia. Por una parte, la intensa labor de la piratería presente en la zona que hace que cada año se pierdan miles de millones en el negocio de deuvedés. Por otro lado, el público chino es poco dado a ver películas excesivamente occidentales que no reflejan sus valores culturales. Un ejemplo, cuando Mulan se estrenó en Pekín su recaudación fue la más baja del extranjero.