«Carlos Núñez no quiso cobrar en nuestras colaboraciones»

La Voz

CULTURA

11 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Como un David Bowie -con quien coincidió en el rodaje de Feliz Navidad, Mr Lawrence- japonés, Sakamoto se reinventa como músico cada poco tiempo, sin dejar de ser él mismo. Su primer grupo, la Yellow Magic Orchestra, desempeñó un papel clave, como los alemanes Kraftwerk, en sentar las bases del primer hip-hop, género que más tarde el propio Sakamoto frecuentaría en sus colaboraciones. No faltan la música brasileña, la tradición clásica de la vieja Europa, en especial el fin-de-siècle francés, la vanguardia neoyorquina, la última electrónica... sin olvidar la tradición japonesa, aunque Sakamoto siempre ha ignorado clasificaciones nacionales en su busca por un genuino lenguaje global internacional. Algunos giros son significativos, como que Ridley Scott se basase en las megalópolis japonesas para Blade Runner, cuyos sonidos más tarde Sakamoto integraría en una de sus canciones. Galicia no resulta ajena a esta visión, a través de las colaboraciones de Carlos Núñez.

-En su relación con España se incluyen su trabajo para Almodóvar («Tacones lejanos») y la pieza para las Olimpiadas de Barcelona. ¿Tenía referencias previas de Galicia?

-Sí, sí. Carlos Núñez y yo hemos colaborado en algunas ocasiones. Soy un gran admirador suyo. En nuestras colaboraciones musicales no quiso cobrar y no deja de decir que se trata de amistad. Galicia es el centro de la música celta en España, y para mí resulta un misterio por qué la música celta no es más conocida fuera de Galicia.

-¿Cree que tiene potencial para una mayor exportación internacional?

-Quizá.

-¿Verá a Carlos Núñez durante su estancia en Galicia?

-Sí, y a su hermano Xurxo.

-Le harán de guías, supongo. ¿Hay algo en especial que desee conocer?

-Me apetece mucho conocer Galicia. Siempre viajo con los oídos y los otros sentidos abiertos para recibir todo tipo de vibraciones de la tierra.