El Museo de Pontevedra revitaliza la ciudad a un año de completarse

CULTURA

La sexta sede, con 10.000 metros cuadrados, aúna historia y vanguardia en su espectacular diseño

19 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una Bienal única, la primera dedicada en Europa a los países del Magreb, fue el estreno de lujo del sexto edificio del Museo Provincial pontevedrés. Hace exactamente un año que la sala de exposiciones temporales de la nueva sede, que supera los mil metros cuadrados, se abrió al público con la citada muestra. Poco a poco, el espectacular inmueble diseñado por los arquitectos Jesús Ulargui y Eduardo Pesquera ha ido descubriendo parte de sus entrañas, como los equipados talleres de restauración de pintura y escultura, que también están a la vista del público que visita el Museo, o el auditorio, inaugurado igualmente hace unos meses con un congreso. Pero será para el Xacobeo 2010 cuando por fin la ciudad del Lérez pueda presumir de su propia «Cidade da Cultura», como no dudó en llamar el presidente de la Diputación pontevedresa, Rafael Louzán, al conjunto formado por el nuevo edificio y la rehabilitación del Sarmiento.

Sin embargo, muy al contrario de lo que sucede en el Monte Gaiás, en Pontevedra el nuevo museo ya tiene vida y fondos suficientes para llenarlo antes de completarse. Si ya de por sí el diseño del nuevo edificio es un referente de la ciudad, su incipiente actividad va marcando diferencias. A la citada exposición ha habido que sumar posteriormente, entre otras, la dedicada al primer Laxeiro, la antológica de Manuel Ruibal o la actual sobre la incidencia de la Guerra de la Independencia en Galicia y Pontevedra, que convive con la de Novos Valores, dedicada a descubrir la joven cantera artística gallega. En la misma sala se ha celebrado un desfile de moda, un congreso y este verano la sede se ha abierto al público infantil con talleres de arqueología, donde los niños han podido encontrar tesoros en sus propias excavaciones, y de pintura.

Antonio Montero, director de gestión, resume claramente el concepto del nuevo museo: «La transparencia y la socialización de la cultura». «La cultura hay que acercarla a la sociedad, no puede estar cerrada», apunta, mientras recalca que la sede estará abierta en el futuro «a todo tipo de eventos».

Transparencia

El citado concepto de transparencia está muy relacionado con el diseño de la sede, que combina la piedra en su fachada de la calle Sierra -diseñada para ser portada de la ciudad y donde se realizan en estos momentos los trabajos de conservación de los restos de la muralla medieval pontevedresa, que quedarán a la vista- con las grandes cristaleras de su acceso principal por Padre Amoedo. Unas modernas pasarelas de cristal unen también en cada planta el inmueble con el edificio Sarmiento, donde quedará depositada el área de arqueología del Museo y en cuyos sótanos la Diputación tiene la idea de crear un restaurante de calidad, en la línea de los grandes museos españoles, como avanzó la presidenta del patronato, Teresa Pedrosa.

Este servicio se complementará en el futuro con la cafetería que ocupa la planta superior del sexto edificio, dotada con unas extensas balconadas acristaladas que ofrecen las mejores vistas de la ciudad, de su centro histórico e incluso del otro lado del río, con vista directa a la zona de petroglifos de A Caeira, en Poio. «De momento, estamos experimentando con este edificio», añade Montero. Es el caso, por ejemplo, del auditorio, con capacidad para 242 espectadores y dotado con todos los medios, en el que Pedrosa prevé ahora la posibilidad de ampliar el escenario. Pero lo cierto es que asegura que desde que se levantó el inmueble no han sido pocas las cubiertas de viviendas que se han ido recuperando en la zona monumental, que puede ser, en su opinión, «la próxima milla de oro».

A partir de septiembre, Pedrosa indica que se realizará una invitación a los colegios profesionales, y a otros colectivos, para que conozcan y admiren el nuevo museo pontevedrés.