La falta de espacio impide exponer 500 obras en la Academia de Bellas Artes

Pilar Vegas

CULTURA

La presidenta de la entidad reclama una sala para poder mostrar al público las piezas que atesora

13 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Un papel de seda. Un sobre hecho a mano para proteger de la humedad. Un archivador con protector contra mohos y olores. Así, envueltos uno a uno, duermen a oscuras y bajo llave más de medio millar de grabados de los siglos XVIII, XIX y XX en una de las dependencias de la sede de la Academia Gallega de Bellas Artes, en A Coruña. Son piezas que proceden de la Calcografía Nacional que recogen parte de la historia de España y que desde la creación de la Academia han ido aumentando sus fondos.

Entre ellas se cuentan más de cien impresos en color de distintos artistas que recorren la evolución del vestido a través de los siglos; varios grabados de finales del XIX de Bartolomé Maura, uno de los reputados artistas de la época responsable de poner imágenes a los billetes de antaño. «A principios de los sesenta estaban guardados en el fallado, envueltos en un paquete», explica uno de los trabajadores de la Academia. «Se recuperaron, y en los noventa muchos de ellos se mandaron a restaurar a la Calcografía Nacional», señala.

A pesar de su valor artístico e histórico, a día de hoy, esas piezas solo pueden ser admiradas por unos pocos privilegiados, ya que la Academia no dispone de una sala de exposiciones que el público pueda visitar. «Nos falta espacio. No tenemos dónde exponerlos», ha explicado su presidenta, María de las Mercedes Goicoa, que en repetidas ocasiones ha solicitado ampliar sus dependencias al piso superior.

La Academia, que ocupa la primera planta del histórico edificio del Real Consulado del Mar, en A Coruña, comparte instalaciones con la Academia de la jurisprudencia, la gallega de gastronomía y la de audiovisuales, que ocupan la planta que en la academia consideran más adecuadas para la instalación de una sala museística. «Las condiciones de la sala, con el lucernario que tiene y su amplitud son muy adecuadas para exponer», explica Mercedes Goicoa.

?Cuarenta goyas, en depósito

La falta de espacio también ha hecho que el Museo de Bellas Artes tenga en depósito algunos de los fondos de la academia, como cuadros y esculturas. Allí está la joya de la corona, la serie completa de grabados de La tauromaquia, de Goya, en total 41 piezas, dignas de cualquier museo de prestigio.

Como los grabados, gran parte de los 8.000 libros de fondo bibliográfico de la entidad, la mayoría de ellos dedicados al arte tampoco están en la sede. Se encuentran en depósito en el monasterio de Oseira. «Los monjes nos hacen el favor. Allí tienen espacio», añade y señala a su alrededor en la sede de A Coruña, con vitrinas repletas de Sargadelos de la primera y segunda etapa y con paredes en las que no cabe un cuadro más.

1.100 partituras

Las más de 1.100 partituras de la academia, más fáciles de almacenar, sí se ven en las estanterías de la sede coruñesa. Algunas de ellas ya se han catalogado, pero muchas están pendientes de estudiarse y de clasificar.

Sobre el deseo de contar con una sala de exposición, el Ayuntamiento de A Coruña, al que pertenece el edificio, ha señalado que conoce la pretensión de la Academia de Bellas Artes. Sin embargo, indican que para que se pudiera disponer del piso superior tendrían que salir las asociaciones allí instaladas y «no hay planes de cambiar esa situación».