El Día D para 2.779 aspirantes a universitarios en Vigo

La Voz VIGO / LA VOZ

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La primera jornada de la ABAU se desarrolló con normalidad a excepción de un expulsado por llevar un reloj inteligente con intención de copiar

09 jun 2023 . Actualizado a las 13:08 h.

«O primeiro que me gustaría destacar é a normalidade», aseguró el profesor Iván Area en la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG) de la Universidad de Vigo, tras el inicio, ayer, de las pruebas de la ABAU (Avaliación de Bacharelato para Acceso á Universidade), la antigua selectividad.

En el campus de Vigo, donde comenzaron a hacer las pruebas un total de 2.779 estudiantes con los nervios a flor de piel, se desarrollan exámenes en nueve centros, tanto en el campus como en el área urbana, donde, al igual que en el curso anterior, vuelven a ser centros examinadores la Facultad de Comercio (donde se examinan 275 alumnos) y la Escuela de Ingeniería Industrial (que acoge a 248 estudiantes). El centro en el que se examinan más es la Facultad de Filología y Traducción, con 360 estudiantes, seguida de la Escuela de Ingeniería Industrial, con 345; Ciencias Jurídicas y del Trabajo, con 340; Minas, con 330; Económicas y Empresariales, con 299; Telecomunicación, con 295, y las tres facultades que alberga el edificio de Ciencias Experimentales, donde hasta mañana se examinarán 287 alumnos y alumnas para conseguir la nota que les de acceso a la plaza a la que optan. Historia de España fue la primera prueba de la mañana, seguida tras un breve descanso, por Lengua y Literatura II.

El docente señaló que con respecto a la anterior edición, este año las pruebas incorporaron algunas novedades, como la recuperación de los detectores de frecuencia, que ya se habían usado en el 2019, «e que retomamos para garantir a igualdade de oportunidades».

Area contó que «no inicio das probas, o uso destes receptores non desatou ningunha incidencia, máis aló dos móbiles de algún vogal ou algún que quedara dentro das mochilas sen apagar», pero hacia el final de la sesión matinal, esos receptores permitieron detectar «o caso dunha persoa que empregara un reloxo intelixente para copiar». El profesor añadió que esa persona «recoñeceu o uso deste dispositivo e foi expulsada da ABAU», a la que podrá concurrir en la convocatoria extraordinaria de julio. «O alumnado ten que entender que este é un proceso de concorrencia competitiva. Se alguén copia e saca mellor nota que outra persoa, ao mellor esta queda sen praza», justificaba el delegado de la Universidad de Vigo en la comisión encargada de las pruebas de acceso que continuarán hasta el jueves al mediodía, con el último de Historia de la Filosofía.