La fascinación por el deporte del pie y el puño

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Uno de los pioneros de la disciplina en Galicia relata la expansión y transformación del taekuondo

30 may 2016 . Actualizado a las 12:11 h.

«A palabra taekuondo significa o camiño do pe e do puño. É un deporte que te forma persoalmente e psicoloxicamente, ademais das cualidades motrices que potencia e que traballa». El énfasis que pone en la frase ya delata los sentimientos de Alfonso Guedella (Sober, 1959) hacia su deporte. Al que llegó por las pelis de Bruce Lee y Kung-Fu, en el que fue competidor, el primer séptimo dan en Galicia y actual director del gimnasio Kiap de Vigo, una entidad que también funciona como club de competición y con muy buenos resultados.

Para entender su deporte hay que remontarse a los inicios y al vínculo de Guedella Villar con el taekuondo. «Cheguei por mediación duns amigos. Facía fútbol, xogaba no Santa Marina de porteiro, pero non me gustaba moito. E entón con 14 anos estabamos na época de Bruce Lee e de Kung-Fu e aquelas películas facíannos alucinar un pouco». Por eso se metieron en un gimnasio para aprender defensa personal, un lugar al que llegó poco después su disciplina.

Aquello prendió la llama y en poco tiempo se cambiaron de gimnasio para otro específico de taekuondo y reglón seguido le tocó el turno a la competición. «Dende aquela ata 23 anos estiven competindo. Tamén saquei os meus títulos correspondentes, de feito son séptimo dan, dos máis altos que hai en Galicia e fun o primeiro na comunidade». Para Alfonso se trata de un modo de vida. «A súa espectacularidade prendoume dende o primeiro momento».

A raíz de dejar la competición se erigió en una especie de profeta, dando clases en infinidad de colegios del área de Vigo y montando un buen número de gimnasios en el sur de Galicia. Alfonso recuerda que en el año 84 llegó a tener 900 licencias, el 40 % de los federados que existían en la comunidad en aquel momento. Entre sus logros, además de una colección de títulos estatales y gallegos está un bronce mundialista de una de sus alumnas y ser el primer club en enviar a una taekuondista al centro del alto rendimiento de Sant Cugat.

Partiendo de tanta experiencia, el entrenador habla de la evolución de su deporte: «Antes era unha arte marcial e agora pódese dicir que é un deporte máis que practica moita xente coa particularidade de que compiten en catro disciplinas. O taekuondo ademais do que evolucionou con respecto a tecnoloxías e deportivo a nivel de competición compite con catro modalidades: petos electrónicos, exhibición, técnica e freestyle».

Un deporte accesible para todo el mundo, en donde no son necesarias unas cualidades especiales. «O máis importante é que as persoas queiran facer algo». Lo demás lo pone en método.

Los más pequeños de tres años centran todo el trabajo en el apartado lúdico y a partir de los seis es cuando comienzan a recibir las pautas reales del entrenamiento: «O primeiro é a parte física para traballar cualidades motrices, lateralidade, coordinación, flexibilidade, forza, resistencia, e logo pasamos a outros conceptos como é disciplina ou a relación social e entre grupos. Iso leva tamén unha ensinanza para aprender a facer as patadas dunha forma coordinada, saltos e incluso fan ata a acrobacias, pero sempre ten que ser cunha base de educación física».

Con casi 1.500 licencias en Vigo, a nivel competitivo las principales bazas están centradas en la base: «Hai tres categorías que son as máis fortes que son a cadete, júnior e a sénior, que baixou un pouco. Nos pequenos temos un nivel descomunal nas distintas modalidades. Vigo destaca sobre todo ca técnica».

En un deporte que en Galicia goza de una salud de hierro en estos momentos: «Estamos preto das 6.000 licencias, algo que nunca se conseguiu, e deportivamente estanse traendo grandes resultados». Para conseguirlo el director del Kiap ha puesto varios granitos de arena. Desde el día que cambió los guantes por el cinturón.