La experta de la consultora Esgam cree que el fallo del Supremo daña a Vigo, y culpa a quienes incumplieron la ley
20 dic 2015 . Actualizado a las 04:00 h.Maruxa Pérez, geóloga, experta ambiental y miembro de la consultora Esgam, es la autora del estudio ambiental en el que se apoyó Alternativa Veciñal para recurrir el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) del 2008 que acaba de tumbar el Tribunal Supremo. La decisión ha provocado una crisis urbanística, de la que Vigo tardará años en salir.
-¿Cuál fue su labor con Alternativa Veciñal?
-Analizar desde un punto de vista técnico un documento complejo como es el Plan Xeral. Concretamente, las consecuencias de los cambios introducidos en la etapa final y si se realizó la participación pública y el grado de cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad.
-Entonces, la consultora no tenía nada que ver en la batalla de muchos colectivos contra el plan.
-Se nos encargó un trabajo de forma aséptica y nosotros no estábamos implicados en los procesos previos de entidades vecinales. También confirmamos que en la demanda no había intereses particulares.
-¿Les pareció un trabajo interesante?
-Hicimos un análisis previo desde el punto de vista deontológico y a la vez consideramos que era una pelea de hormigas con titanes, pero entendimos que la demanda tenía fundamento. Por ese motivo entregamos nuestro trabajo, un documento de cerca de 300 páginas.
-¿Alguna vez pensó que podía provocar la anulación del Plan Xeral?
-Evidentemente, y por eso valoramos seriamente el impacto de nuestro trabajo. También podía no haber prosperado, pero te metes si crees que hay opciones.
-¿Interpreta la sentencia como una victoria de la sostenibilidad ambiental de las ciudades?
-No es una victoria cuando sucede ocho años después de aprobado el documento. Además, tal y como está redactado el fallo del Supremo, no entra en el fondo del problema de sostenibilidad.
-Fue una larga espera....
-Y tanto. El plan está pensado para desarrollarse en 12 años. Por tanto, una parte de los impactos ya se produjeron y no están suficientemente valorados. En dos o tres años hubiera sido otra cosa.
-¿Piensa que el fallo judicial hará daño a la ciudad?
-Claro, lo hace, como lo hizo aprobar un Plan Xeral que no reunía los requisitos que la legislación considera esenciales.
-El Supremo tumbó el plan por carecer de evaluación ambiental estratégica. ¿Faltó un simple trámite o es algo más profundo?
-Busca garantizar que el desarrollo del plan va en la línea de la sostenibilidad, cómo va a influir en los territorios adyacentes y lo que ellos hagan aquí. La evaluación ambiental tiene que hacer confluir la estrategia de la ciudad que se quiera con la de sostenibilidad que se precisa.
-El anterior plan tardó 8 años en elaborarse. ¿Se imagina Vigo sin nuevo planeamiento hasta el 2022 o el 2023?
-Si se hace bien puede estar antes. Hay ayuntamientos que han obtenido la evaluación en menos de dos años. Puede hacerse siempre que exista una estrategia clara urbanística y de sostenibilidad, integradas ambas.
-Una visión muy optimista...
-Me da tristeza cosas que estoy escuchando estos días. Tenemos ahora una oportunidad de hacer la ciudad que merecemos y espero que no la desaprovechemos.
-¿A qué se refiere?
-Hablan de la trayectoria de otros planes, que no son lo rápido que deben ser. Que estén cinco años pendientes de estudios ambientales es imperdonables, producto de la mala gestión de todos.
-¿Alguien le felicitó por su trabajo en este caso?
-No, fue un trabajo discreto que no propagamos. Se lo dimos al cliente, aunque en el ámbito profesional había gente que lo conocía.
-¿Y lo contrario?
-Tampoco, no procede.
-Responsables del plan anulado dicen que la sentencia confirma que su trabajo estaba bien hecho...
-La sentencia no entra en el fondo, pero yo creo que no estaba bien hecho. Hay una parte técnica muy solvente (cartografía, análisis, desarrollos) pero aplica una lógica desarrollista que lo hace insostenible. Por tanto, nace comprometido.