La Fiscalía exige seis años de cárcel por daños psíquicos de la hormigonera de Vilar

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

REDONDELA

M. MORALEJO

La fábrica operó durante años sin licencia y trabajaba de día y de noche dañando la salud de los vecinos e incumpliendo las órdenes del Concello

18 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía pide un total de seis años de cárcel para el administrador único y para la apoderada de la cementera de Vilar de Infesta por un delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y por cuatro delitos de lesiones por causar daños psicológicos y psiquiátricos a la salud de los vecinos. Los más afectados son una vivienda situada junto a la fábrica, que funcionaba día y noche produciendo unos ruidos tremendos. Los acusados deberán indemnizar con 22.000 euros a las víctimas, una de ellas fallecida.

Las empresas Hormigones V S.L y después J.C.A Hormigones S.A, dedicadas a la producción de hormigón desde el año 1989 desarrollaron parte de su actividad en las instalaciones situadas en un camino de Vilar de Infesta, cerca del aeropuerto. e término de Redondela. Las mercantiles iniciaron su actividad sin licencia. Les fue concedida en el año 1998 y posteriormente anulada en el año 2008.

Desde el año 2005 y hasta el año 2011, la fábrica ha venido realizando «emisiones de ruido excesivo, causando desde ese momento graves perjuicios y molestias derivadas de los ruidos y vibraciones procedentes de sus instalaciones a cuatro personas que residían en una vivienda contigua a la fábrica», señala la Fiscalía.

En junio de 2005, el concejal de Medio Ambiente de Redondela inició un procedimiento sancionador contra la empresa por la comisión de una infracción muy grave. Les acusó de contaminación acústica por superar en más de 15 decibelios, concretamente en 28, los límites admitidos de ruido en la ordenanza. Así constaba en las mediciones sonométricas realizadas por Virocem, empresa habilitada por el Concello de Redondela. El concejal ordenó la paralización inmediata de la actividad. Según el informe elaborado por Virocem el día 5 de agosto de 2005, la cementera persistía en su actividad en la vía pública para lo que utilizaban una pala mecánica trabajando con emisiones de 98 decibelios y con un martillo picador sobre hormigonera metálica con emisión de 82 decibelios, que excedía en 12 los valores máximos permitidos a las puertas de la vivienda afectada. El 17 de agosto de 2005 se ratificó la orden de paralización acordada, pese a lo cual la mercantil siguió desarrollando su actividad e incumpliendo la orden de paralización.

Por resolución del concejal, el 23 de diciembre de 2008 se impuso sanción, posteriormente confirmada por el juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de Vigo, al grupo J.C.A Hormigones por la comisión de infracción administrativa grave

Cierre

Por resolución de la alcaldía, de 17 de julio de 2008 se anuló la licencia de apertura y funcionamiento de la planta de fabricación de hormigón, Sin embargo, la mercantil siguió desarrollando su actividad «y emitiendo vibraciones y ruidos excesivos tanto en horario nocturno como diurno hasta al menos el año 2011 pese a los reiterados precintos de las instalaciones», señala el informe de la FIscalía, Las mediciones fueron efectuadas diversos días e enero, febrero y marzo del 2010. Conforme a los resultados obtenidos durante esos días, la fábrica incurrió al menos en cinco infracciones graves y tres infracciones muy graves al exceder en más de 15 decibelios los niveles sonoros permisibles.

Depresión, ansiedad y disminución del rendimiento por el ruido constante

Como consecuencia de la prolongada exposición a los ruidos y vibraciones procedentes de la hormigonera , los cuatro perjudicados padecieron graves perturbaciones del reposo y descanso, estrés, malestar, ansiedad y disminución del rendimiento laboral e intelectual que desembocaron en el caso de todos ellos en lesiones consistentes en trastornos de adaptación tipo ansioso-depresivo: Requirieron tratamiento médico por servicio de psiquiatría y psicología, tardando en curar 180 días de perjuicio básico y dejando como secuelas otros trastornos neuróticos. Los cuatro perjudicados presentaban estado previos que constituían una especial susceptibilidad individual para estos trastornos.