Los ladrones explosionaron el cajero de Tui con gas

M. Torres / A. Martínez TUI

VIGO

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... A.Martínez

El sistema es similar al que se utilizó en los años 2012 y 2013 en entidades bancarias de Vigo y O Porriño 

26 feb 2015 . Actualizado a las 00:23 h.

Dos hombres hicieron ayer saltar por los aires el cajero automático de una sucursal bancaria de Tui y se fugaron con un botín en metálico de unos 30.000 euros. El sistema empleado es similar al que se usó para asaltar otras tres entidades financieras hace unos años en Vigo y O Porriño. Se inyecta una combinación química con oxígeno y gas acetileno que provoca la deflagración y revienta el cajero.

La explosión se produjo poco después de las cuatro de la madrugada. El cajero está en el rellano de una sucursal ubicada en el bajo de una casa con dos plantas en la parroquia de Guillarei, en las inmediaciones de la estación de tren. Fue el vecino de la planta superior el que alertó al 112 tras sentir la explosión que no solo destrozó el cajero sino que también provocó graves daños al resto de la oficina. Agentes de varias especialidades de la Guardia Civil y de la Policía Local acordonaron la zona y mantuvieron restringido el acceso hasta que los agentes se hicieron con las muestras necesarias para la investigación.

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, informó de que se busca a dos personas que huyeron del lugar en un vehículo con matrícula portuguesa y que posiblemente hayan cruzado el Miño. El delegado afirma que no se descarta la participación de más personas y que la Guardia Civil participó los hechos a la Guarda Nacional Republicana para colaborar en los controles de tráfico fronterizo.

La deflagración provocó cuantiosos daños e impidió abrir ayer la sucursal, pero no afectó al resto del inmueble ni hubo siquiera que desalojarlo. Según indicaron los vecinos, el asalto duró minutos. Antes de la explosión se escucharon golpes en la puerta y después vieron cómo dos individuos con la cabeza tapada con pasamontañas abandonaban el lugar en un coche. Mientras huían, uno de ellos habría gritado: «Vámonos, vámonos».

Cuando llegaron los agentes al lugar, aún había olor a pólvora y numerosos billetes de 20 y de 50 euros esparcidos por el suelo que los asaltantes dejaron tras de sí. Para inspeccionar el lugar y, siguiendo el protocolo, se desplazaron miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil, especializado en terrorismo. Dentro de la entidad había una mochila que levantó sospechas pero la hipótesis del robo se confirmaba antes de las siete de la mañana.