Feijoo ordena presionar al Concello guardés para que no aisle a un discapacitado

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

Valentín González vive en una casa del casco antiguo de A Guarda y para salir de ella tienen que salvar escalones.
Valentín González vive en una casa del casco antiguo de A Guarda y para salir de ella tienen que salvar escalones. xoán carlos gil< / span>

Valentín González, ciego y en silla de ruedas, lleva 5 años prácticamente recluido en casa por las barreras arquitectónicas

09 feb 2015 . Actualizado a las 17:45 h.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha respaldado a Valentín González, el discapacitado de A Guarda que tiene dificultades para entrar y salir de su casa por las barreras arquitectónicas existentes en su calle y ha dado instrucciones para que se resuelva su caso.

A través del secretario general de Presidencia, Valeriano Martínez, Feijoo ha mostrado su apoyo a la familia, y ha instado a la Consellería de Benestar a que tome cartas en el asunto. De este modo, el departamento que dirige Beatriz Mato se dirigirá al Concello de A Guarda para interesarse por los motivos por los que el Ayuntamiento no ha cumplido con la sentencia que le obligaba a facilitar la vida a Valentín González, un marinero jubilado de 62 años que está ciego y en silla de ruedas.

El Concello recurrió la sentencia que obligaba a una solución para sortear los ocho escalones que hacen que Valentín González no pueda moverse como cualquier otra persona por su barrio.

El Ayuntamiento de A Guarda ha recurrido la sentencia del juzgado de lo contencioso número 1 de Pontevedra y se encuentra a la espera de resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, según informó Teresa González, hija del marinero discapacitado, que señala que «estamos muy agradecidos al presidente de a la Xunta por escuchar a la gente del pueblo». Teresa González señala que «pensamos que el alcalde no ha querido cumplir con el fallo judicial por una cuestión personal».

González había escrito al presidente de la Xunta para comentarle los problemas que sufre su padre desde hace cinco años. Vive en una humilde vivienda del casco antiguo de A Guarda, en la calle Muro Bajo, muy cerca del puerto pesquero. Como tiene que recibir asistencia sanitaria de modo frecuente, la familia le tiene que coger en volandas con la silla de ruedas y subirle en peso para bajar los escalones que le permiten salir del barrio.

 

 

Ciego

 

Todo fue a raíz de cuatro ictus que sufrió en el año 2010. A consecuencia de ellos quedó postrado en una silla de ruedas con una incapacidad del 92 %. Además sufre problemas de riñón y fue perdiendo gradualmente al vista hasta quedarse ciego.

En su día la comisión técnica de accesibilidad recibió dos propuestas de actuación en la zona para suprimir las barreras arquitectónicas. Sin embargo «el Concello no ha tomado ninguna solución», recuerda la hija de Valentín.

Las dos alternativas barajadas para eliminar las barreras se ajustaba a la legalidad. Pero como el Concello no movía ficha, la familia recurrió a los tribunales y la sentencia del pasado 28 de marzo del año 2014 declaraba la obligación del Ayuntamiento par adoptar las medidas necesarias.

«A la vista de su escrito se desprende que el Ayuntamiento no ha realizado ninguna actuación», señala el secretario general de Presidencia en su misiva a la familia. Por lo que «esta administración autonómica, a través de la Consellería de Traballo e Benestar solicitará al Ayuntamiento los motivos por los que no se ha cumplido la sentencia».