Mougás proyecta una explotación resinera pionera en Galicia que generará 20 empleos

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

OIA

La comunidad de montes promueve la fórmula alternativa de trabajo

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera explotación resinera de montes vecinales de Galicia puede ser una realidad en el municipio de Oia en un mes. La promueve la comunidad de montes de Mougás, pendiente del visto bueno de la Xunta para ponerla en marcha. La fórmula parece un valor seguro ya que la demanda de resina está al alza, al igual que su precio, pero el plan conlleva además una fuente de creación de empleo directo. Venancio Miniño, presidente de la comunidad de montes de Mougás, avanzó ayer las líneas del proyecto en el que trabajan desde hace meses de forma experimental con resultados que ya apuntan a su potencial. Tanto así que la empresa Sociedad Resinas Naturales, con la que trabajan, «nos ha asegurado la compra de toda la que podamos producir». Las posibilidades llaman al optimismo.

La comunidad de montes lleva tiempo perfilando el proyecto y las cifras que baraja Venancio Miniño, aún mostrándose muy cauteloso y tirando a la baja al hacer cuentas, explican el éxito de un negocio que en los últimos tres años ha generado 400 nuevos empleos en Castilla y León. Las prioridades de la comunidad, indica, son mantener la calidad de la madera, de los montes y generar puestos de trabajo. La edad a la que se corta un pino es de entre 35 y 40 años y su potencial para la explotación resinera comienza una década antes. Extrayendo unos 3 kilos por temporada y ejemplar, manteniendo el precio del kilo a 1 euro, se asegura su viabilidad. «Cada trabajador podría conseguir al año unos 12.000 euros netos», indica.

La comunidad de montes cuenta con unos 200.000 pinos en la actualidad, por lo que el rendimiento económico de su explotación sería, como mínimo, de unos 300.000 euros al año. Pero Miniño incide sobre todo en el potencial de creación de empleo. «Mougás podría generar unos 20 puestos en unos años, pero si las demás comunidades lo hicieran, se conseguirían alcanzar entre O Val Miñor y O Baixo Miño los 500, suena a una solución importante para el problema del empleo juvenil», afirma indicando que «si no hubiera sido por los incendios del 2006 y del 2009, los pinares de Oia podrían absorber gran parte del problema del paro». Este fin de semana celebran el primer curso de resina de Galicia.

«Fascina poder vivir de un árbol sin matarlo»

 

De fontanero en paro a resinero. El giro laboral y vital de José Antonio Rodríguez Puga se fraguó hace un año. Buscaba setas con su mujer por el monte en Barciademera cuando se topó con un desconocido entonces que veía si había resina en los árboles. Y no fue solo el principio de una gran amistad sino del nuevo proyecto de vida de la familia de José Antonio Rodríguez Puga. «Siempre me gustó el monte y la naturaleza, pero nunca pensé que pudiera llegar a vivir de él», recordaba ayer uno de los tres primeros resineros de Galicia. Su inquietud por volver al mercado laboral hizo que, con 43 años, decidiera apostar por esta posibilidad. El binomio se completó en el mes de marzo en Ponteares, cuando en el distrito forestal le pusieron en contacto con Venancio Miniño. «Gracias a él pudimos poner en marcha el proyecto y, después de hacer el curso de formación en la ciudad de Coca, firmamos el acuerdo para hacer este proyecto de viabilidad», relata. Con el respaldo de la comunidad de montes de Mougás, que puso a su disposición 400 pinos el pasado mayo, se la jugó a una carta. Tuvo que hacer muchas cuentas para que la ayuda familiar de 426 euros le llegara para financiarse hasta la gasolina, ya que cada salida semanal al monte de Mougás suponían 140 kilómetros. Parece que la suerte le sonríe por fin con el año nuevo. Desde hace meses, los pinos están ya en producción y su satisfacción personal es proporcional. «Me fascinó el poder vivir de un árbol sin matarlo», destacaba ayer. Su testimonio y espíritu evidencia el potencial del proyecto. «La mayor satisfacción es poder dar una alternativa de empleo a familias del rural que lo están pasando mal», asegura este vecino de Cañiza asentado en Barciademera. Explica que una persona que trabaje unos 500 pinos puede conseguir un sueldo de unos 15.000 euros al año. Pero, al igual que Miniño, destaca además que el plan conlleva una mejor limpieza de los montes, una vigilancia asegurada y nuevas posibilidades de desarrollo sostenible de los montes gallegos, como la del cultivo de setas.