Mercado EE.UU.-Vigo

Enrique V. Pita ALMUERZO GRATIS

VIGO

07 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si miramos un mapa del océano Atlántico Norte vemos que el puerto de Vigo está frente a las costas de Boston y Nueva York. Más allá del horizonte de Samil se alza la Estatua de la Libertad. La ciudad gallega está en el mejor sitio para comer su porción de tarta cuando entre en marcha el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos (TIPP), aún en negociación. El TIPP es una Comunidad Económica a lo grande. Las economías más ricas del planeta suman 800 millones de consumidores, un mercado en el que Vigo ocuparía el centro geográfico y no la periferia.

El tratado, si se firma algún día, eliminaría las barreras comerciales entre Estados Unidos y la UE, suprimiría aranceles, normativa innecesaria, restricciones a la inversión y simplificaría la compraventa de bienes y servicios entre ambos continentes, por ejemplo, de automóviles, vino o energía. El acuerdo se vende como una época de bonanza, creación de empleo y bajada de precios. Los europeos se beneficiarían con 119.000 millones de euros al año y la locomotora americana con 95.000 millones de dólares. Un balón de oxígeno para economías en crisis, estancadas y con crecimiento cero. Pero no es oro todo lo que reluce. Las actuales políticas de austeridad y la bajada salarial podrían acelerar la convergencia del mercado laboral de la UE (con derechos sociales) con el de Estados Unidos. Y el premio Nobel Joseph Stiglitz, en su libro Comercio justo para todos, advirtió de que el tratado libre de EE.UU. y México arruinó a industrias obsoletas y a agricultores sin subvenciones.

Pero el futuro está ahí, en un mercado donde saber inglés es clave. Vigo se podría beneficiar del mayor tráfico intercontinental pero a día de hoy no se ven planes para mejorar su transporte de mercancías en tren con Europa ni ampliar su puerto. Lo escamante es que otros sí hacen obras.

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