El picudo rojo ha matado en O Val Miñor y O Baixo Miño cien palmeras

Monica Torres
m. torres OIA / LA VOZ

VIGO

Detectan las primeras plantas afectadas en el municipio de Oia

02 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaga del escarabajo de origen asiático que devora palmeras gana terreno en el sur de Galicia. A principios del año pasado se confirmaban los primeros casos en Gondomar, ayuntamiento en el que la Xunta sitúa el posible origen del foco. El temido picudo rojo avanzó con el calendario por toda la comarca de O Val Miñor y O Baixo Miño. En su trayectoria, el coleóptero ha dibujado un círculo que se cierra en Oia, donde acaban de detectarse las primeras palmeras infectadas.

Es imposible determinar toda la población vegetal aquejada porque no suele detectarse hasta que el animal ha dañado ya de muerte a la planta. Solo en Gondomar, municipio que lidera también las campañas de información para intentar minimizar el impacto, en colaboración con la Xunta, el picudo se llevó por delante cerca de cuarenta ejemplares en el 2014. Se trata, indicó el edil Juan Carlos González Camesella, del 7% de la población local, estimada en unos 400 ejemplares.

La asociación naturalista Anabam advertía ya hace casi un año del avance de la plaga por O Baixo Miño siguiendo el patrón de la avispa asiática. El tiempo les ha dado la razón. Los primeros nidos de la avispa depredadora de abejas de la provincia también se localizaron en Gondomar y Baiona. Por Caminha y las islas del Miño se habrían expandido desde Portugal hasta llegar a colonizar un área similar a la del picudo. En O Val Miñor, se estima que este parásito ha matado durante el año a casi un centenar de palmeras. En el caso de O Baixo Miño no se han cuantificado aún porque hay plantas en estudio.

Alarma en Tui

Las alarmas en Tui saltaron en octubre, cuando se detectó un cambio representativo en dos de los ejemplares más imponentes del municipio. El alcalde, Moisés Rodríguez, confirmó que, «aunque, como en toda la comarca, se ha dado algún caso puntual, las palmeras que presiden la plaza de los juzgados no tiene picudo rojo».

Técnicos de la Xunta revisaron las dos plantas y han elaborado el correspondiente informe sobre su dolencia. «Pero no están infectadas», insiste el regidor.

Tanto en Oia como en la mayoría de casos de Gondomar o Nigrán, las palmeras afectadas se encuentran en propiedades particulares. En algunos casos, se trata de fincas o casas desocupadas, por lo que la labor de advertir a los propietarios aún se complica más.

No suele detectarse hasta que ya no hay nada que hacer, pero hay un protocolo específico para tratar los restos de las plantas muertas y evitar que se propague la plaga. Existen empresas especializadas en recoger estos escombros para a continuación destruirlos. El tratamiento preventivo no es sencillo porque estos parásitos son resistentes a las fumigaciones y lo curativos no resultan efectivos. De ahí la mayor dificultad. Por eso se aconseja cortar por lo sano y tratar los restos.

En Gondomar, donde la Xunta sitúa el origen del foco, se cobró casi 40 ejemplares