Ventaja comparativa

Enrique V. Pita

VIGO

15 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Muchos han discutido sobre si en Galicia deben mantener tres aeropuertos y tres universidades, dos o nada. Quizás esta cuestión se pueda zanjarse de una vez aplicando la teoría de la ventaja comparativa. Esta idea fue lanzada hace 200 años por David Ricardo y la doctrina ha sido resucitada por quienes defienden hoy la globalización y la deslocalización de empresas. Por ejemplo, si un país es muy bueno cultivando bananas debe dedicarse a eso y comprar los iPhones a quienes los fabriquen más barato. Cada país se especializa en algo.

Aplicado a Galicia, si Oporto o Santiago son mejores en buscar líneas de vuelos baratos, quizás los viajeros de Vigo deban plantearse volar por esas ciudades. En realidad, ya entran en el buscador de Internet y compran el billete más barato, generalmente ofrecido por Oporto o Santiago. Según la teoría de la ventaja competitiva, Vigo debería olvidarse de meter más dinero en buscar líneas baratas porque no es su especialidad.

La idea podría aplicarse a los auditorios, tan en boga antes de la crisis. En Vigo, muchos museos o centros de ópera han fracasado porque quizás la especialidad del Concello no sea montar este tipo de eventos. ¿Para qué enterrar más dinero público en algo que otras ciudades ofrecen mejor y más barato?

Quizás haya que dedicar recursos a las grandes ventajas comparativas de Vigo como el motor o el puerto, donde nadie le hace sombra, para que empiece a crearse empleo. Es la ciudad de Galicia y del Norte de Portugal que más cruceristas recibe y quizás el Concello o la Xunta deberían volcarse en animar más y mejor a los cientos de miles de visitantes que pasan por aquí cada año con los bolsillos llenos de euros. Quieren ver playas semivírgenes como las Cíes o visitar las ruinas milenarias que rodean la comarca. Pero los turistas son vagos y nadie irá si no le ofrecen un buen planning.

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