Última parada del bus: Peinador

Enrique V. Pita

FIRMAS

15 ago 2013 . Actualizado a las 14:38 h.

El aeropuerto de Peinador es un ejemplo de las oportunidades de negocio que están sin explotar por la empresa privada. Por ejemplo, las líneas de buses inglesas que van a ciudades de tamaño medio como Manchester incluyen la parada en su aeropuerto, por no decir Heathrow o Gatwich, sea cual sea la ruta. No hay que ir tan lejos. La firma de autobuses Freire cobra 3 euros por trasladar viajeros de Santiago a Lavacolla. La frecuencia es de media hora y van llenos de pasajeros. Hay otro servicio de buses de línea desde la terminal compostelana a Lugo y otro a A Coruña. En Peinador, solo Autna tiene parada en la terminal de Vigo una o dos veces al día. Es evidente que carretar pasajeros de Ourense a Peinador en buses de línea sería mejor negocio si las condiciones de número y precio de los vuelos en Vigo estuviesen igualadas con Lavacolla. Pero ni siquiera en los tiempos de bonanza, las concesionarias desviaron sus autobús a Peinador antes de entrar en Vigo. Sería útil para pasajeros de Ourense, O Porriño, Ponteareas, Tui o A Guarda.

Alguien podría alegar que si ninguna empresa de buses de línea pone su parada en Peinador será porque no hay demanda. Así son las leyes del libre mercado. Pero economistas neoliberales como Hayek o Friedman admitieron que cuando un servicio es necesario para la comunidad y la empresa privada no lo ve rentable, lo puede asumir el poder público. Por ello, es increíble que el Concello, que tiene la potestad de autorizar las rutas de Vitrasa, no haya promovido un enlace entre el aeropuerto de Peinador con la estación de trenes de Guixar ni con la de autobuses. Algunos lloran por la caída de Peinador pero no ayudan a hacerlo más competitivo.