La Sexta Sección logró dejar de ser el tribunal más colapsado de España
13 jul 2012 . Actualizado a las 07:10 h.El Ministerio de Justicia, por motivos presupuestarios, ha retirado los dos refuerzos que ayudaban a los cuatro magistrados de la Sexta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, a salir del primer puesto de España por número de casos atrasados y demora. Como primera medida de emergencia, la sala viguesa ha tenido que reprogramar toda su agenda y espaciar el estudio de los asuntos en el calendario, lo que inevitablemente llevará a acumular nuevos retrasos en una sala que funcionaba al máximo de su rendimiento.
El contrato de los dos jueces que ayudaban a la sala a aliviar su carga de pleitos civiles no fue renovado en junio, a pesar de que había sido prorrogado cada seis meses. Al menos, la Audiencia ha conseguido que uno de ellos se reincorpore al tribunal gracias a que hicieron valer un convenio firmado con el Consejo General del Poder Judicial, que es ahora el que sufraga el salario del único refuerzo que ha vuelto. El segundo juez ha tenido que reincorporarse a su antigua plaza en un tribunal de Primera Instancia de Vigo.
Con un hombre menos, el que hasta junio fue el mayor tribunal civil de segunda instancia de Vigo queda reducido a cinco miembros. Al faltar el sexto magistrado, la sala no se podrá desdoblar en dos de tres juristas.
Este es el menor de los problemas. Mientras estuvieron los dos jueces de refuerzo, el número de recursos de apelación pendientes de resolver bajó de 1.700 a menos de 1.300 y el tiempo que un caso debe esperar a ser resuelto descendió de dos años a solo uno. El efecto más visible es que, al poco, el tribunal salió del farolillo rojo de su especialidad en España, pues hasta entonces ocupaba el primer puesto entre las secciones civiles de la Audiencia más atascadas.
Demoras de un año
El ciudadano pronto notará la falta de un refuerzo, dado que los casos volverán a acumularse en las estanterías. Hace cuatro años, un pleiteante que presentase un recurso de apelación contra una sentencia por un conflicto con un inquilino, lindes de una finca o una hipoteca tenía que esperar durante dos años a que pasase la lista de espera y los magistrados se sentasen a examinar el asunto.
Actualmente, el tiempo de resolución está reducido a un año pero los juristas consultados no dudan de que el trabajo volverá a acumularse en las estanterías. La reprogramación de la agenda de la Sexta Sección no hace más que confirmar esa tendencia porque han tenido que redistribuir a otras fechas la sexta parte de sus asuntos, lo que supondrá otros dos meses más de retraso a partir de ahora.
Una solución que nunca se ha puesto en marcha consiste en que el presidente de la Audiencia de Pontevedra envíe a Vigo a magistrados de otras salas más descargadas de trabajo. En Pontevedra, un ciudadano obtiene una sentencia firme en apenas unos meses, en seis veces menos tiempo que en Vigo.
Hace cinco años, el retraso era de 24 meses y ahora había quedado reducido a doce
Uno de los jueces que ayudaba a la sala ha regresado con un contrato del Poder Judicial