La dinámica y el respaldo de la hinchada, a favor del Dépor para remontar el 0-1 al Betis de Víctor
21 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«La clave ahí es aislarse, no pensar; hacerlo como se haya ensayado. Pero claro, la situación...». Hace una semana, Borges se sentó a la mesa con unos cuantos aficionados blanquiazules, y entre la conversación que acompañó al segundo plato se coló el penalti de Djukic. El tico pidió un resumen de cómo había vivido cada comensal aquel momento. Todos aportaron la misma imagen: el suspiro del serbio antes de arrancar hacia los once metros y ponerle la proa a la Historia. El central hundido por el peso de una Liga. Borges, actual especialista del Dépor en penas máximas, se mostró comprensivo con el fallo, dadas las circunstancias, y ofreció su receta para una suerte que, en su opinión, requiere práctica. Ayer, por si acaso, él fue uno de los que se apuntaron a la serie de lanzamientos que organizó Garitano por si el encuentro de esta noche concluye como el de hace tres semanas en el Villamarín: 1-0.
Entonces el Betis tuvo muchos elementos de su parte, fortuna incluida. A la suerte del gol en el único tiro a puerta se sumó el aliento de la grada y el viento a favor del rebufo de un triunfo frente a Las Palmas. Víctor Sánchez había arrancado su etapa en verdiblanco con éxito en casa (después cayó en Ipurúa, mermado por una expulsión temprana). A la victoria ante el Dépor le siguió otra y un empate. Con el madrileño en el banquillo, los andaluces no han perdido como locales. De visitantes han caído ya tres veces y por eso el equipo de Garitano los tiene a tiro en Liga. En Copa tampoco andan muy lejos.
El técnico que precedió al vasco volverá a someterse hoy al juicio de un Riazor que lo quiso hasta hace un año. Alcanzó el 2016 con todo el crédito del mundo y se esforzó en dilapidarlo, dentro y fuera del campo, hasta llegar a junio sin apenas respaldos. El vaso rebosó con unas públicas fricciones con Luisinho, a quien hoy tendrá corriendo la banda a unos pasos. El portugués fue el mejor del Deportivo en el choque de ida, espoleado quizá por su pique con Víctor, pero a partir de ahí desapareció del once. Con Navarro fuera de la lista, esta noche intentará dar motivos para recuperar la plaza.
Otro de los que no entraron en la convocatoria fue Tyton. Dos aspiran al puesto del polaco y Rubén parece partir con ventaja: cuando ayer Borges se dirigió a los once metros, el de Coristanco estaba bajo palos.
Ningún jugador del Fabril en la lista
La distancia es mínima y las ganas de pasar de ronda son tantas que el entrenador de los coruñeses apenas ha hecho concesiones en la lista de convocados. Ningún fabrilista está citado y solo tendrán descanso seguro Tyton, Navarro, Carles Gil y Andone (Laure sigue lesionado). Los dos últimos han jugado muchos minutos con molestias para no desperdiciar sus buenas rachas. El delantero se estuvo probando ayer en Abegondo, por si su concurso resultara necesario, pero no tuvo buenas sensaciones. Con Joselu recuperado, hay alternativas.
Además del ariete de Silleda, Garitano puede emplear en punta a Marlos Moreno, Borja Valle o Ryan Babel. El berciano y el holandés podrían estar ante su último encuentro como blanquiazules esta temporada. Mientras el ex del Oviedo cuenta con varios pretendientes que aspiran a recibirlo a préstamo, el jugador formado en el Ajax tiene muy pocas opciones de seguir en A Coruña cuando concluya su contrato.
El míster aseguró que no hará cambios demasiado grandes en el once porque la Copa es una competición que interesa al Deportivo. Más allá de los obligados por las bajas, es probable que los retoques afecten a la medular (Mosquera y Bergantiños ya formaron juntos en la ida) y a la segunda línea ofensiva, con futbolistas como Fayçal y Bruno Gama, necesitados de minutos. En la zaga, la lesión de Laure impide darle a Juanfran el relevo de un especialista.