El Dépor castigó el atrevimiento local para abrochar una victoria fundamental
31 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Qué mejor terapia que un rival suicida. A Paco Jémez no le preocupa que sus jugadores cometan errores si es a costa de asumir riesgos y ayer los de la franja roja se la jugaron sin freno. Al final, la ruleta rusa vallecana deparó la victoria visitante en un encuentro con poca pausa y mucho error.
Presión adelantada
Entorpecer la salida rival. Trashorras fue el futbolista que más veces tocó el balón durante el partido. Tras su nombre, en la estadística figura el de Zé Castro. Y solo cuatro jugadores del Dépor entraron en contacto con la bola en más ocasiones que Abdoulaye Ba (que no disputó los últimos 20 minutos). El Rayo insistió en rasear el balón desde la cueva y Víctor Fernández quiso ponérselo difícil. La insistente presión de los atacantes blanquiazules generó varias pérdidas locales en zonas de alto riesgo.
Aportación de riera
Producción constante. Los visitantes fueron más precavidos con la bola en los pies. Fabricio, como ya es costumbre, optó casi siempre por el desplazamiento en largo. Y encontró al socio ideal a varios metros de distancia. El hombre gol del Dépor no llegó a tirar a puerta, pero su producción ofensiva fue mucho más allá de la búsqueda del marco rival. Riera se fajó con dos torres como Zé Castro y Ba y ganó sus duelos por alto. Hasta seis veces alcanzó antes que la defensa vallecana los pelotazos colgados por el meta o la zaga coruñesa. Intervenciones que ayudaron a fijar a los centrales, abriendo espacios para sus compañeros, a los que surtió de numerosos balones en ventaja.
Desequilibrio por banda
Extremos con desborde. Las acciones prolongadas por Oriol sirvieron de lanzadera para los extremos coruñeses. Contar con Cavaleiro, Cuenca y José Rodríguez en los costados (y con Luisinho y Juanfran para las llegadas por sorpresa) garantiza el desborde por banda. Lucas también aporta un desequilibrio fundamental para superar líneas. Ayer además colaboró en la creación mientras le aguantaron los pulmones. Suyos fueron un par de pases de alto nivel con José Rodríguez como receptor. La aportación del coruñés reforzó una medular en la que la apuesta por Bergantiños y Borges reducía la capacidad creativa. Sin embargo, el de la Sagrada no se arredra y ayer fue el que más pases dio en su equipo. Ya solo le falta afinar el pie (63% de acierto).
Despistes defensivos
El peligro de los viejos vicios. La morriña ataca al Dépor en la parcela menos indicada. El conjunto blanquiazul ha recuperado viejos vicios y en los tres últimos partidos ha cometido errores que parecían desterrados. Después de muchos encuentros rentabilizando la solidez, el equipo volvió a encajar frente al Barça y el Granada. Ayer el Rayo pudo sacar partido de la descoordinación en las ayudas y de un par de fueras de juego horriblemente ejecutados. Los de Jémez no acertaron en la definición, pero el conjunto coruñés se sumó a su modo a la peligrosa ruleta. Por suerte, Ba guardaba la última bala.