Los capitanes se reunen con Domingos Paciência y varios aficionados increpan a jugadores y técnicos
05 feb 2013 . Actualizado a las 16:14 h.El Deportivo de La Coruña vive horas complicadas. Después de la deprimente derrota en Getafe, la primera sesion de trabajo para preparar el trascendental partido contra el Granada (sábado, 22 horas, en Riazor) dejó a las claras que el ambiente no es el mejor.
Los tres capitanes de la plantilla (Valerón, Manuel Pablo y Riki) se reunieron en el centro del campo de Abegondo con Domingos Paciência para analizar la situación deportiva del equipo. Poco después, unos 30 aficionados que siguieron la sesión de trabajo del Dépor increparon a algunos de los futbolistas cuando se retiraban a los vestuarios.
Mientras que algunos como Riki o Manuel Pablo recibían elogios, otros como Pizzi, Bruno Gama y Zé Castro fueron objetos de críticas. También el entrenador de porteros José Sambade fue increpado, pero éste no se quedó quieto y reaccionó subiendo a la grada e intentando hablar con los seguidores. A Sambade se le unieron brevemente Marchena y un readaptador físico del Deportivo. Finalmente, el preparador de porteros se retiró al vestuario entre insultos y gritos, sin que la cosa fuera a mayores.
Es la segunda vez esta semana que los futbolistas del Dépor escuchan críticas de su afición. Un grupo de seguidores increpó a los blanquiazules cuando abandonaban el estadio del Getafe después de la derrota del pasado fin de semana.
Valeron pide comprensión
Ante este panorama, Valerón pidió un poco de indulgencia en rueda de prensa. «Es complicado venir y decir algo a la gente, porque la situación del equipo es difícil y entiendo que puedan estar molestos, pero me gustaría pedir que tengan un poco de comprensión con el grupo, ya que está siendo un año difícil y no nos vamos a rendir», aseguró.
«La derrota de Getafe es un momento duro para todos, porque sabemos que se podía haber sacado algo positivo, pero se nos fue el partido y eso nos deja en una situación más complicada», añadió el canario. Valerón aseguró que con Paciência «se habló sobre cómo está el equipo y el entrenador está preocupado, como todos, pero ahora hay que estar muy fuertes y unidos».