Lo que «La teoría del todo» esconde de Stephen Hawking

La Voz REDACCIÓN

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La crítica se divide entre aquellos que califican la película de obra maestra y la que la tacha de telefilm sensacionalista

27 ene 2015 . Actualizado a las 03:06 h.

En el año de los biopic en el cine y en la carrera a los Oscars, parece que la que se ha llevado el gato al agua de la crítica es La Teoría del Todo, que llegó el pasado viernes a la cartelera española. La película de James Marsh está centrada en la relación del famoso físico Stephen Hawking, interpretado de forma magistral por Eddie Redmayne, tuvo con su primera esposa, Jane Wilde, madre de sus tres hijos y a la que da vida la actriz Felicity Jones. En los 123 minutos que dura la cinta no solo funciona como una biografía del inicio de la carrera del científico británico sino que también repasan los 26 años que duró el matrimonio, desde cómo se conocieron y se enamoraron siendo ambos estudiantes de la Universidad de Cambridge, él de cosmología y ella de poesía española, a cómo afrontaron juntos el diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica, ELA, y la evolución de la enfermedad, hasta cómo se divorciaron. Tal y como deja claro sus tráilers y toda su campaña de promoción, La Teoría del Todo no solo se centra en la carrera profesional de Stephen Hawking sino que explora la faceta más personal del físico. Inspirada en las memorias de Jane Wilde, Hacia El Infinito, el director de la película ya ha dejado claro que hay cosas que «no pudieron ser explicadas». Por un lado estaba todo el apartado de la ciencia que se les escapaba al equipo encabezado por James Marsh, pero por otro también estaba el aspecto emocional de los personajes. Al tratarse de personas que aún están vivos y que además cuentan con una «gran imagen pública», el cineasta contaba con una serie de «límites» que no quiso sobrepasar escondiendo todo el apartado «íntimo» de la relación. «Evitamos ciertos aspectos que no eran idóneos para la película, como algunos temas sexuales», explica James Marsh. Decisión propia y también exigencia de Jane Wilde al guionista Anthony McCarten ya que la exmujer de Stephen Hawking no se sentía cómoda mostrando ciertos momentos de su vida más personal. Sí, sus tres hijos en la cinta salieron de la nada. No fue la única decisión que tomó el equipo de La Teoría del Todo antes de comenzar a elaborar el guión de la película. La primera fue decidir el libro en el que basarían la cinta. Stephen Hawking ya había publicado unas memorias, tituladas Una breve historia de mi vida en clara relación a su bestseller Brevísima Historia Del Tiempo y en el que narra desde su niñez en el Londres de la posguerra hasta sus años de fama internacional sincerándose sobre los desafíos a los que se enfrentó tras ser diagnosticado, con 21 años, de ELA. Sin embargo, el director se decantó por el punto de vista femenino de Jane Wilde, teniendo que elegir entre Música para mover las estrellas que escribió poco después de su poca amistosa separación del físico, o su última novela Hacia El Infinito con un tono mucho menos críticos tras la reconciliación entre ambos. Decantándose por la obra más reciente, La Teoría del Todo ha logrado ganarse el visto buena de la pareja. «Fue muy amable cuando le conocimos, nunca se opuso al proyecto», recuerda el director sobre la visita de Stephen Hawking al set de rodaje cuando estaban rodando en Cambridge. A pesar de que cuando se enteró del proyecto el físico solo «lo aprobó sólo vagamante» y no se mostró «particularmente entusiasmado», al ver el resultado final quedó encantado sobre todo con la actuación de Eddie Redmayne. Tan contento quedó con el resultado final que les prestó su famosa voz robótica, de la que tiene el copyright, para sustituir la versión similar que habían decidido usar en la cinta tras el primer visionado. Con el visto bueno del propio Stephen Hawking, no a todos ha terminado de convencer esta biografía del genio, que tachan de cotilla y perniciosa, ya que consideran que el director deja demasiadas lagunas y se centra demasiado en Jane Wilde y poco en Stephen Hawking. Y lo poco que se centra lo hace, según los críticos, en la parte más sensacionalista, en mostrar el morbo del deterioro físico provocado por el ELA. Para ellos, en La Teoría del Todo se da demasiado peso al aspecto personal y se esconde la vida científica, la realmente importante y la que le ha dado fama al físico, convirtiendo la cinta en algo que roza, según sus detractores, el telefilm o la TV-Movie de un sábado por la tarde. Los únicos que se salvan para los más duros con La Teoría del Todo son la pareja de actores protagonistas y un montaje solvente. A pesar del grupo de detractores, La Teoría del Todo lo tenía fácil para triunfar entre la crítica. Y así fue. Tras su estreno en el Festival de Toronto le comenzaron a llover las alabanzas que la tacharon de obra maestra y que la colocaron como una de las favoritas en la carrera de los Oscars y que ya le ha valido cinco nominaciones a estos premios. Habrá que esperar con cuántos galardones termina la noche del 22 de febrero y si convence o no al público. * Todos los libros citados, y más sobre Stephen Hawking, se pueden encontrar en El Corte Inglés