La veterana serie británica regresa con un Jodie Whittaker en el papel protagonista, un reparto renovado y con Chris Chibnall como productor y guionista principal
08 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas series han levantado tanta expectación en un regreso como la nueva temporada de Doctor Who que la BBC estrena este domingo. No se trata solo del interés natural que despierta entre varias generaciones de espectadores gracias a sus 55 años de historia: en esta vuelta hay mucho más en juego. En su dilatada trayectoria ha experimentado numerosos cambios, pero ninguno de tanto calado como el actual.
Por primera vez, una actriz, Jodie Whittaker, se mete en la piel del personaje principal, que hasta ahora habían interpretado doce hombres -trece, si contamos la participación especial de John Hurt y exceptuamos versiones fílmicas u humorísticas-. Una transformación que ha generado un debate considerable pero que, a tenor de las primeras noticias de los preestrenos, Whittaker ha resuelto no solo con solvencia, sino con la naturalidad que esperaban los que bendecían el cambio. Quienes han visto el primer episodio de la nueva temporada, La mujer que cayó a la Tierra, subrayan la energía y pasión que desprende la actriz, a quien también ayuda el guion, ya que su personaje, tras experimentar la regeneración que transforma su fisonomía, siempre vive unos momentos de lógica desorientación.
Los tradicionales roles de acompañantes del doctor -a partir de ahora doctora- también estrenan nuevas caras. Bradley Walsh, Mandip Gill y Tosin Cole aportan el contrapunto al protagonista, en papeles que en temporadas anteriores -las compañeras interpretadas por Billie Piper, Karen Gillan y Jenna Coleman- gozaban de una notable popularidad. Y también entra en escena una pieza fundamental, la del showrunner, asumido ahora por Chris Chibnall, quien ya trabajó con Whittaker -y con otro doctor, David Tennat- en Broadchurch. Chibnall ha escrito el primer episodio y se cree que también al menos otra media docena, quizá en un intento de marcar distancias con el anterior trabajo de Stephen Moffat, muy centrado en la personalidad del doctor, pero que también recibió críticas entre quienes pensaban que sus historias eran demasiado autorreferenciales. Por último, pero no por ello menos importante, Chibnall ha prometido todo un despliegue de adversarios y monstruos nuevos, en detrimento de criaturas clásicas en la historia de la serie como los Daleks o los Cybermen.
Para la BBC, todos estos cambios no se ciñen solo a una cuestión artística. Las dos últimas temporadas, con Peter Capaldi en el papel del doctor, acusaron un descenso en los audímetros, bajando de las cifras de siete u ocho millones de espectadores a las que la cadena estaba acostumbrada a cinco o seis. En esta clave hay que interpretar también el cambio de día de emisión, que pasa de su tradicional sábado a los domingos.
Tanto cambio ha despertado expectativas y, también, cierta inquietud. Un fan norirlandés de la serie, de nueve años de edad, le escribió a Peter Capaldi para comunicarle su preocupación por el resultado del proceso de regeneración. El actor se tomó la molestia de responderle, junto a una felicitación navideña, para tranquilizarlo. La regeneración, afirma, tiene su complicación, pero al final todo sale bien. «El nuevo doctor siempre se convierte en tu favorito, y el que se marcha... bueno, en realidad nunca se marcha. Siempre estará ahí, en algún lugar del tiempo y del espacio, y si te concentras lo suficiente, lo verás, y él te verá a ti. El doctor dice que todo acaba y eso te pone triste. Pero luego todo empieza otra vez y vuelves a ponerte contento...».