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El extremeño que vino a Galicia a aprender en la granja circular de Labrecos

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Cedida

La explotación es una de las 22 que participa en el programa Cultiva, que financia estancias formativas para jóvenes agricultores y ganaderos

11 abr 2024 . Actualizado a las 10:15 h.

Antonio Jesús Pérez es ganadero en Casar de Cáceres, un pequeño pueblo de 4.500 habitantes donde cría vacuno y ovino de carne. Pero esta semana está en Galicia, concretamente en Oza-Cesuras. Lleva ya tres días trabajando y aprendiendo codo con codo con Aitor Lata en su granja Labrecos, una explotación de economía circular donde todo se aprovecha y se reutiliza hasta tal punto que no precisan adquirir insumos externos. Antonio ha llegado hasta aquí gracias al programa Cultiva, una iniciativa del Ministerio de Agricultura que promueve estancias formativas para facilitar la incorporación de los jóvenes agricultores y ganaderos al campo. La experiencia, asegura, está siendo de lo más satisfactoria.

«Sempre estamos dispostos a traballar con xente que está empezando, porque tamén aprendemos moito deles», cuenta Lata. Labrecos nació hace unos años con la ilusión de hacer algo diferente, de encontrar la forma de que diferentes producciones fueran complementarias. «Empezamos cunha granxa hortícola e despois incorporamos animais a froita», añade. Ahora, han conseguido lograr un importante nivel de circularidad «e non precisamos mercar nin abonos nin outros insumos», afirma.

Esa economía circular les permite que su explotación sea mucho más resiliente, «porque non nos afectan tanto so problemas coma a suba dos prezos do pensos», asegura. Y esta es, sin duda, una de las características que más llama la atención a los jóvenes que vienen aquí a formarse. «Si que soe sorprenderlles, pero creemos que é unha parte moi lóxica dentro do camiño que cada produtor elixe para a súa explotación», añade.

«La verdad es que no tenía ni idea de cómo trabajaban ellos y la experiencia está siendo muy buena», añade Antonio Jesús Pérez. No es esta la primera vez que participa en el programa Cultiva, que ya le permitió conocer de cerca otras explotaciones de Córdoba y Burgos, pero lo cierto es que a Galicia llegó sin saber casi nada de cómo trabajaba su sector agroganadero. «Para mí siempre es bueno aprender cosas para mi explotación. Me han contado lo que hacen ellos, sin intermediarios, y me gusta mucho», explica. No tiene tan claro si podrá aplicar algunas de las prácticas que ha aprendido aquí en su explotación de Cáceres, «porque mi zona no es como la de aquí. Es mucho más cálida y árida y tenemos problemas de sequía extrema», cuenta. Aún así, está encantando con todo lo aprendido, «porque todo lo poco que te lleves siempre es importante».

Labrecos no solo es una explotación modelo por la circularidad de sus sistema. También trata de comercializar directamente sus productos llegando hasta el consumidor final. Por eso abastecen a comedores públicos y restaurantes, «o que nos permite ter contacto tamén co cliente final», añade Lata. Pero es que, además, la explotación organiza también visitas guiadas para centros escolares. En ellas, los más pequeños no solo aprenden cómo se cultiva una hortaliza o se cuida de un animal, también se le enseña la importancia de la soberanía alimentaria, de consumir productos de kilómetro cero y ecológicos. Y se les enseña a distinguirlos en los supermercados.

Programa Cultiva

Aitor y Antonio Jesús recibieron ayer la visita del delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, quien destacó la calidad de la producción de esta explotación y su modelo de trabajo. «O Goberno de España está ao lado dos gandeiros e dos agricultores e por iso destinou máis de 70 millóns de euros en axudas directas», aseguró. También afirmó que programas como el Cultivo inciden en la necesidad de «apostar polo campo e polo sector primario» y demuestran que este sector tiene futuro. En Galicia, son 22 las explotaciones modelo que participan en esta iniciativa y que destacan por su innovación, sus medios productivos y sus características sociales y ambientales. «Explotacións que saben que teñen no Goberno a un aliado que mira por elas nos momentos de máis dificultade», añadió.

Gracias a esta iniciativa, gente como Antonio Jesús puede pasar cinco jornadas y 35 horas de trabajo en explotaciones de otras comunidades autónomas para aprender de su experiencia y forma de trabajar. Labrecos, por ejemplo, ofreció este año a través de Unións Agrarias tres estancias formativas, una de las cuales está disfrutando este joven extremeño. El ministerio asume los gastos de alojamiento y desplazamiento de los jóvenes y la granja recibe 200 euros por día de formación en calidad de anfitrión del programa.