«A las familias nos han hecho duras»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Alfonso e Isa hablan de cómo la Xunta se ha implicado
Alfonso e Isa hablan de cómo la Xunta se ha implicado EDUARDO PEREZ

Adoptantes gallegos aguardan con incertidumbre el desenlace del proceso en Burundi y Etiopía, y advierten el cambio de actitud de la Xunta que está dispuesta a ayudarles

03 abr 2017 . Actualizado a las 12:25 h.

A finales de febrero se confirmó lo que ya temían. Ochenta familias que habían iniciado hace años los trámites para adoptar en Burundi y Etiopía, 58 de ellas gallegas, vieron cómo la entidad que gestionaba sus acogimientos ponía punto y final a su proceso al no tener viabilidad económica para continuar. Más de un mes después, su situación ha cambiado poco. Superado el shock inicial, se han puesto las pilas para intentar desatascar el proceso e incluso pedir responsabilidades judiciales. 

Ana y Antonio, de Ourense, han tomado la decisión de denunciar junto a otra familia a organismo que tramitaba las adopciones, Addis Galicia, -en situación de insolvencia- y a la Xunta por ser la institución garante del proceso. Ellos iniciaron su expediente en Etiopía en el año 2011. No son los únicos que acudirán a los jueces. Otra decena de familias se plantean acciones legales en su vertiente penal, civil y administrativa, por una posible malversación de fondos y para exigir daños y perjuicios.

Antonio y Ana son de Ourense y tienen dos procesos abiertos a la vez
Antonio y Ana son de Ourense y tienen dos procesos abiertos a la vez Santi M. Amil

La Xunta, por su parte, asegura que está intentando desatascar el proceso y se mantiene en contacto directo con las embajadas y con el Ministerio de Asuntos Exteriores. La directora xeral de Familia se comprometió a recibirlos en cuanto tuviera alguna noticia del departamento que dirige el ministro Alfonso Dastis. Además aguarda que Exteriores le notifique que pueden asumir, o no, las veinte adopciones pendientes en Burundi mediante un protocolo público.

Pero Ana y Antonio están en un proceso de adopción nacional y en otro internacional, y subrayan que no renuncian a buscar un arreglo. «Nosotros tenemos un contrato firmado antes de que la ECAI nos pidiera más dinero, y esas son las condiciones con las que vamos a seguir, otra cosa es que está claro que la entidad no lo va a gestionar».

Joan Vicente y su mujer se dan un año para tener respuesta
Joan Vicente y su mujer se dan un año para tener respuesta

Optaron por las dos adopciones porque siempre han querido tener más de un hijo. Ahora, prácticamente su única opción es la nacional, «entiendo que sí tenemos posibilidades, aunque tengo 37 años y con 40 sales de la lista si estás esperando un niño pequeño», cuenta Ana.

La frustración es común. Joan Vicente y su mujer son de Altea, en Alicante, y tienen dos niños de 15 y 12 años. Querían una familia numerosa. En el 2012 empezaron los trámites en Burundi, porque no todos los países permiten adoptar a familias que ya tienen hijos biológicos. Admiten que, «si esto se soluciona medianamente rápido seguiremos adelante, pero si no nos dan ninguna perspectiva... podremos aguantar un año más», relata Joan. Y es que quieren adoptar «pero no a cualquier precio». Iniciar los trámites en otro país ni se lo plantean, «en primer lugar ya no nos dejarían y no tenemos edad para empezar», explica este matrimonio de 48 y 49 años. 

José Manuel Quirós y Lorena Fernández luchan desde Jerez
José Manuel Quirós y Lorena Fernández luchan desde Jerez

La última oportunidad

La situación es muy similar a la de Alfonso e Isa, de A Coruña, que también están pendientes de un pequeño de Burundi. Similar relativamente, porque para ellos sería su primer hijo. «Es nuestra última oportunidad», cuenta Alfonso. Confían en que la Xunta logre que se abra una vía a través de un protocolo público, y si no, se plantean también denunciar. «Prácticamente para todos es nuestra última oportunidad, yo voy a cumplir 50 años, pero lo que queremos es que esto llegue a buen fin», dice . Además, apunta, la actitud de la Consellería de Política Social ha cambiado. Reconoce que se están implicando en tratar de desbloquear las adopciones y en conseguir resultados.

En el caso de Etiopía, sin embargo, las familias achacan a la administración su falta de información. «No se entiende que un organismo oficial no diga nada, que ni siquiera actualice el portal de adopciones y que hable con unas familias y con otras no», relata Ana. José Manuel y Lorena, de Jerez de la Frontera, son otro de los matrimonios que optaron por una adopción nacional y otra internacional, «y ahora estamos en la peor situación, a la espera».

Empezaron al mismo tiempo los dos procesos después de varios intentos de reproducción asistida. «Algo bueno que tenemos las familias que vamos a adoptar es que nos han hecho duras», cuenta José Manuel. No barajan comenzar los trámites en otro país «sería injusto además», y aseguran que van a aguantar hasta que esto salga bien.

De los ochenta casos, la mayoría son gallegos y llevan más de 5 años de espera

El 1 de febrero, unas 80 familias que habían iniciado una adopción en Etiopía o Burundi fueron convocadas por la Xunta. En la reunión estaban presentes los responsables del organismo acreditado para la adopción internacional, Addis Galicia, que les explicó que las trabas y los nuevos requisitos que ponían los países de origen -sobre todo Etiopía, en donde desde el 2012 ya no se realizan nuevos trámites- hacían peligrar la viabilidad de esta entidad. Para continuar con el proceso era necesario aportar unos 8.000 euros más de los que se recogían en el contrato, y al menos veinte familias debían aceptar estas nuevas tarifas.

Finalmente solo 14 aportaron esta cantidad a mayores, por lo que la Xunta les confirmó que se paralizarían los procesos tras el cierre de la ECAI, aunque finalmente Addis Galicia sigue abierta.

Ante esta situación, familias que llevaban un mínimo de cinco años aguardando por una adopción, y que habían pagado religiosamente más de siete mil euros, se quedaron en la estacada. De las 81, 51 están en un trámite en Etiopía (49 gallegas y 2 asturianas); mientras que las otras 30 están pendientes de un acogimiento en Burundi (la mayoría de Andalucía, 10, y Galicia, 9).

Y sus expectativas son diferentes. En Burundi no hay bloqueos en las adopciones y desde Asuntos Exteriores han hecho trámites para ver cómo pueden seguir adelante estos procesos. Más difícil está Etiopía. El país no pertenece al convenio de la Haya e incluso otros estados europeos han abandonado las adopciones en este país africano.