¿Alguien podrá sacar un diez en «mates»?

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Cuatro adultos hacen parte de la reválida de sexto de primaria y la encuentran muy larga, demasiado liosa y por momentos difícil

13 may 2016 . Actualizado a las 08:46 h.

Sacar un diez en el examen de Matemáticas de la reválida de sexto parece misión imposible. Al menos, para cuatro adultos de edades dispares que repitieron ayer la prueba hecha el miércoles por los niños. Los mayores tuvieron varios fallos, despistes graciosos y verdaderos problemas para entender algunas preguntas. Las críticas fueron muy parecidas: desde el unánime «es demasiado largo» (36 preguntas en 60 minutos da 90 segundos de tiempo para cada cuestión) hasta la queja por gráficos con demasiadas informaciones, tantas que despistan.

Paula, de 40 años, licenciada en Márketing y especialista en RSC, dejó en blanco dos preguntas y tuvo cinco fallos. Para cubrir todo el examen agotó los 60 minutos: «No me dio tiempo a repasar. Hace años que no hago cuentas sin la calculadora -valoró-, pero tengo un hijo en quinto y no creo que él pudiese repasar». Contestó a la pregunta 18, sobre unas escaleras, y reconoce que la cuestión tenía un planteamiento lioso, pero no pudo con la 19, sobre detergentes y lavadoras (ninguno de los cuatro se atrevió). También se sorprendió con la «maldad» de algunas cuestiones: «Te dan opciones y te piden que señales la verdadera pero en una ocasión te mandan marcar la falsa. ¡Yo ya estaba redondeado la que era verdad!».

A Andrés, periodista de 45 y con un hijo en quinto, el examen le generó mucho estrés, el planteamiento de algunas preguntas (la 1, 18, 19 y 23) le pareció lioso y hasta detectó una errata (o un absurdo en la pregunta 4). Plantó el examen a la mitad después de contestar muy pocas cuestiones, y reconoció que él tal vez no mandará a su hijo a la prueba: «No veo que les aporte nada y los niños ahora tienen más exámenes que nunca, todas las semanas. Es imposible que estén más evaluados».

Victoria es la que más cerca tiene el examen de su día a día: estudia 4.º de la ESO. Aún así no aguantó la hora, usó la calculadora para terminar las cuentas y tuvo tres fallos. Varias preguntas (entre ellas la 18 y la 19) las dejó en blanco. ¿Su valoración? «Es un examen muy largo y me parece lioso para hacerlo a última hora de la mañana y después de otros dos. Yo hubiese puesto alguna respuesta a voleo».

Eso es lo que confesó haber hecho Ignacio, historiador de 45 años y con un hijo en tercero. Cubrió todo el examen en menos tiempo del ofrecido y solo dejó dos en blanco (la 19 y otra), pero cometió 9 errores. «Es una prueba demasiado larga para estar atento».