Crean un sistema de alerta temprana de terremotos en España

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Este modelo y otras innovaciones basadas en matemáticas se presentaron en A Coruña

16 dic 2014 . Actualizado a las 13:54 h.

¿Cómo se puede conocer la fiabilidad de un submarino, saber cómo se propagará un incendio, predecir la llegada de un terremoto o un tsunami o buscar nuevos materiales con propiedades increíbles para los soldados del futuro? Con las matemáticas. La tecnología que está permitiendo estos avances se presentó ayer en la Universidade da Coruña en las jornadas sobre seguridad, defensa, tecnologías matemáticas y computacionales organizadas por el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial (ITMATI), en el que participan las tres universidades gallegas, en colaboración con otras institucionales. Son ejemplos de que la matemática aplicada puede ofrecer respuesta a los grandes desafíos de la sociedad y convertirse en un importante soporte económico. «Los cálculos numéricos están detrás de casi todos los procesos y estamos convencidos de que las matemáticas son el motor económico de muchos sectores», constata Peregrina Quintela, profesora de la USC y directora del ITMATI.

El cálculo matemático ha hecho posible, por ejemplo, elaborar el mapa mundial de anomalías magnéticas, del que ayer se presentó la última actualización, que cubre el 72 % de la superficie. Esta herramienta permite reconstruir cómo se distribuyeron las masas continentales desde hace 200-250 millones de años, cuando el planeta solo estaba formado por un único continente, y ayudar a detectar la existencia de recursos minerales en zonas donde no es posible hacer prospecciones. Manuel Catalán, jefe del servicio de Geomagnetismo del Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA), que participó en la elaboración del mapa, también presentó una aplicación matemática que permitirá detectar en el futuro la presencia de tectónica de placas, un elemento esencial para la existencia de la vida, en otros planetas sin necesidad de enviar una sonda que se sitúe en su superficie. «Tenemos la teoría matemática, pero aún nos falta un magnetómetro adecuado que mida el campo gravitatorio de los planetas», explica Catalán.

Antonio Pazos, geofísico del mismo organismo, presentó un sistema de alerta sísmica temprana desarrollado por el ROA. Ya existe un prototipo en funcionamiento y el objetivo ahora es extender su funcionamiento a todo el sur de España, una de las de mayor riesgo de terremotos y tsunamis.