El Vaticano quiere reducir los besos y abrazos durante la misa

maría signo CORRESPONSAL / ROMA

SOCIEDAD

Las entonces princesas Máxima y Letizia armaron un pequeño lío para darse la paz en una misa.
Las entonces princesas Máxima y Letizia armaron un pequeño lío para darse la paz en una misa. reuters< / span>

El «ministerio» encargado de la liturgia pide a los obispos que el saludo entre los fieles al darse la paz sea más sobrio y menos «evangélico»

13 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Menos cantos, menos abrazos y mayor sobriedad son las nuevas disposiciones que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos -el ministerio vaticano que se encarga de la liturgia y el ritual- pide a las conferencias episcopales de todo el mundo durante el rito del intercambio de paz. En una carta firmada por el prefecto, el cardenal español Antonio Cañizares, y su secretario, el arzobispo Artur Roche, se comunica la decisión final, aprobada por el papa Francisco el pasado 7 de junio, sobre una cuestión que desde hace tiempo analiza el dicasterio presidido por el arzobispo español.

El saludo que los fieles intercambian para darse la paz permanece en el lugar en el que se encuentra en el rito romano, pero lo que ahora se quiere es una mayor sobriedad y que no se cree confusión ni demasiado movimiento durante la misa. También se pide que se evite «la introducción de un canto para la paz», inexistente en el rito romano», explica la carta.

No es este un asunto nuevo. Tal como se recuerda en la misiva, la cuestión se planteó durante el Sínodo sobre la Eucaristía del 2005. En la exhortación post-sinodial Sacramentum caritatis, el papa Benedicto XVI recordó como en dicha reunión de obispos se había visto la necesidad de moderar el gesto de la paz durante la misa, y ya entonces aconsejaba limitar el intercambio del gesto a los más cercanos. También planteaba la posibilidad de cambiar el momento del saludo para que se celebre antes del ofertorio, tal como se hace en el rito ambrosiano.

El momento se mantiene

A fin de aclarar la situación, Benedicto XVI encargó a la Congregación del Culto el análisis del signo de la paz para «salvaguardar el valor sagrado de la celebración eucarística», por lo que en el 2008 la congregación se dirigió a las distintas conferencias de obispos a fin de solicitar su parecer sobre si cambiar o no el momento del intercambio de la paz dentro de la misa. Con la carta a hora dirigida a todos los obispos del mundo, el dicasterio de Cañizares establece las reglas generales para que el momento del intercambio de paz sea más ordenado y tranquilo y se aleje de algunas exuberancias que en los últimos tiempos han hecho que las misas católicas se parezcan a las celebraciones evangélicas.

Entre los consejos destaca aquel que se da a los sacerdotes para que eviten abandonar el altar para dar la paz a los fieles. También se pide que en las fiestas de Pascua o de Navidad, así como en las celebraciones de bautismos, primeras comuniones, matrimonios o funerales, el intercambio de la paz se convierta en la ocasión para felicitar o dar las condolencias.

En la circular se recuerda que no es necesario invitar de manera mecánica a los fieles a darse la paz e incluso, cuando se crea conveniente, se puede prescindir del intercambio. También se aconseja que la publicación de los nuevos misales, las conferencias episcopales se adapten a las sugerencias de la congregación.

La primera conferencia episcopal que se hizo eco de la estas nuevas normas fue la española (CEE) desde donde ha trascendido a otros países como Italia. La CEE ha acompañado la circular con una carta fechada el 28 de julio y dirigida a todos los obispos en la que se resume su contenido y se solicita que se difunda el trabajo de la congregación.