Piden un permiso laboral para que los padres puedan ir a las tutorías de sus hijos

«Horario de tutorías: miércoles, de doce a una». Avisos como este, o con otras horas igualmente imposibles, son los que reciben los padres nada más empezar el curso. Por un lado, los profesores insisten cada vez más en la necesidad de reunirse con los padres de alumnos para seguir su evolución académica y personal, pero por otro los interesados chocan con un muro muchas veces infranqueable: en la mayoría de las familias ya trabajan los dos miembros de la pareja y sus horarios son incompatibles con las tutorías. Es un querer y no poder.

Como quiera que la relación entre profesores y padres es «determinante para aumentar las posibilidades de éxito escolar», la práctica totalidad de las asociaciones de padres de alumnos, tanto públicas como privadas, las patronales y los sindicatos de la enseñanza de España se han unido para suscribir un manifiesto en el que solicitan un mínimo de seis horas por curso para que los padres asistan a las tutorías. Se trata de un permiso laboral temporal que les permita ausentarse del trabajo «a fin de mantener encuentros con los tutores» y que debería incluirse en el Estatuto de los Trabajadores y en el Estatuto Básico del Empleado Público.

«Es algo indispensable y de justicia social, ni más ni menos, y es fundamental que la sociedad reconozca que los padres somos una parte fundamental de la comunidad educativa», explica Helena Gómez Vecino, presidenta de la Confederación Galega de ANPAs de Centros Públicos de Galicia. También advirtió que a los docentes les resulta cada vez más complicado atender a los padres con clases que en secundaria alcanzan los treinta alumnos.

La medida propuesta por buena parte de la comunidad educativa está dirigida a los padres de estudiantes menores de 18 años, que podrían obtener una justificación para ausentarse del trabajo en el centro escolar.

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