El fin de la comida

S.C

SOCIEDAD

Un estadounidense de 24 años ha creado un líquido con el que pretende eliminar la necesidad de alimentarse con comida a diario

25 nov 2013 . Actualizado a las 20:16 h.

Alimentarse pero renunciando a la comida. Ese es el objetivo que persigue el joven Rob Reinhart, un informático y emprendedor de Atlanta (EEUU) que a partir del año que viene comenzará a comercializar Soylent, un producto que según palabras de su propio creador «te libera» de la obligación de comer. «Para cualquier persona que lucha con las alergias, acidez estomacal, reflujo o contra problemas digestivos, para aquellos que tienen problemas para controlar el peso o el colesterol, o simplemente no tienen los medios necesarios para poder realizar una alimentación sana, nuestro producto Soylent es para usted», asegura Reinhart.

Este «milagro» alimenticio no es más que un líquido amarillento que está compuesto por una treintena de ingredientes, entre los que destacan harina de avena, maltodextrina, proteína de arroz, aceite de colza, fibra y minerales; una mezcla que, según los propios creadores, contiene todas las proteínas y nutrientes que necesita un cuerpo humano. «No veo nada malo en ingerir comida tradicional. Por ejemplo, yo consumo alcohol solo con amigos, soy bebedor social, y a partir de ahora haré lo mismo con la comida», explicaba Rob Reinhart tras probar durante 30 días su propia solución.

Este producto, que podría parecer sacado de una mismísima película de ciencia ficción, no solo aspira a mejorar la calidad de vida y la salud de la población de todo el mundo, si no que entre sus objetivos también se encuentra el de reducir de forma notable el impacto ambiental que causa la enorme generación de residuos que se crean cada año. «Gran parte del daño ambiental que creamos proviene de la agricultura, la ganadería y la basura y está relacionada directamente con los alimentos», explica el joven creador.

Con tan solo 24 años, Reinhart ya ha montado una empresa en California con otros cuatro jóvenes, una compañía que pretende fabricar a partir del año que viene Soylent de forma industrial. Las cifras de este nuevo proyecto no dejan indiferente a nadie: ya tiene pedidos por un valor de 740.000 euros y varias compañías de capital riesgo han invertido más de un millón. Aseguran los dueños del polémico invento que por poco más de nueve dólares, uno puede alimentarse durante todo un día, de forma que, con una inversión de 130 dólares, será posible adquirir todos los alimentos necesarios para dos semanas.

Los primeros detractores

Como era de esperar, la creación de un producto que aseguran poder eliminar una de las tradiciones que llevan establecidas desde que el hombre es hombre, ya son muchos los que alertan sobre las consecuencias del consumo de Soylent.

Uno de los más gráficos es el del periodista Brian Merchant, reportero de la web de ciencia y tecnología Motherboard, que a través de un vídeo de Youtube mostró los primeros efectos que conlleva la sustitución de la comida en la vida diaria de una persona: pérdida de peso, niveles bajos de vitamina D, movimientos intestinales impredecibles, fantasías con la comida, y algunas repercusiones psíquicas, centradas básicamente en la exclusión que conlleva el no participar en actividades sociales que giren en torno a la comida (que en el caso de la sociedad actual, resultan ser la inmensa mayoría).

Todavía se desconocen los efectos a largo plazo que este polémico invento traerá consigo. Sin embargo, ya son muchos los expertos y médicos que se llevan las manos a la cabeza y desaconsejan totalmente el consumo de esta solución.

Sin embargo, el trabajo más duro que Reinhart tiene por delante es sin duda el de intentar convencer a una sociedad que cada día disfruta con uno de los actos más placenteros: el comer.