El «obispo del lujo» alemán viaja al Vaticano para dar explicaciones

Dpa

SOCIEDAD

Franz-Peter Tebartz-van Elst gastó 31 millones en la construcción de su residencia en las cercanías de la catedral de Limburgo

13 oct 2013 . Actualizado a las 18:24 h.

El obispo alemán criticado desde hace meses por la cara construcción de su residencia y otros lujos ha viajado al Vaticano para mantener conversaciones sobre el escándalo, según ha confirmado un portavoz de su diócesis. Franz-Peter Tebartz-van Elst, conocido como «el obispo del lujo», deja en manos del papa Francisco la decisión sobre su continuidad en el cargo como obispo de Limburgo, en el estado federado alemán de Hesse, según un comunicado de la diócesis.

El portavoz Martin Wind confirmó que el polémico obispo de 53 años viajó al Vaticano con una agenda centrada en conversaciones sobre el caso, pero aseguró no conocer el plan exacto ni la fecha prevista para su regreso a Limburgo. Tebartz-van Elst afronta una creciente presión para abandonar el cargo después de que se revelara que la construcción de su residencia obispal en las cercanías de la catedral de Limburgo costó ya al menos 31 millones de euros.

La suma no sólo supera con creces el presupuesto inicial de 2,5 millones de euros -en parte por extras de lujo como una bañera de 15.000 euros-, sino que también choca con la austeridad proclamada por el papa Francisco.

El obispo Tebartz-van Elst también es investigado por la Justicia alemana para determinar si mintió al negar haber volado en primera clase a la India el año pasado para visitar proyectos sociales. Según los medios, a Roma voló en la línea de bajo coste Ryanair. Hasta ahora no está claro si utilizará su viaje al Vaticano para defender su posición o para solicitar que lo releven. La decisión final será tomada por el pontífice argentino.

Entre tanto, casi 200 personas se reunieron ante la catedral de Limburgo para protestar por el escándalo. «Estoy rezando por una cura para la megalomanía de nuestro obispo», explicó uno de los participantes en la concentración. «Estimo que entre un 90 y un 95 % de los fieles en esta diócesis quieren la renuncia del obispo», añadió Joachim Schaefer, diácono católico de la vecina ciudad de Wetzlar.