El rey sobre su recuperación: «Voy a hacer lo que sea bueno para mí»

Efe

SOCIEDAD

El rey, en su reciente visita a Marruecos
El rey, en su reciente visita a Marruecos J.J.Guillen

Don Juan Carlos reconoce que la recuperación por su accidente en Botsuana fue precipitada por las presiones que recibió

18 jul 2013 . Actualizado a las 15:44 h.

El Rey Juan Carlos I ha dicho hoy que se encuentra bien físicamente y que en vez de tratar de acelerar su recuperación, como le ocurrió tras la operación de cadera del año pasado por su caída en un viaje a Botsuana, ahora lleva su propio ritmo: «ahora sólo pienso en mí», declaró a la prensa.

El monarca español concluye hoy un intenso viaje de trabajo a Marruecos, cuya apretada agenda está cumpliendo a rajatabla gracias a que su estado físico ha mejorado después de la intervención de hernia discal del pasado 3 de marzo, ayudándose en todos los actos oficiales de las dos muletas que utiliza para caminar. «La otra vez corrí, y así me fue», confesó don Juan Carlos en una conversación informal con periodistas españoles desplazados a Rabat para seguir su viaje oficial de cuatro días, en el que ha estado acompañado del especialista que supervisa su rehabilitación física.

Juan Carlos I dijo que se encuentra bien y que sigue los consejos médicos para recuperarse del todo -«voy a hacer lo que sea bueno para mí»- y reconoció que su actitud es diferente a la que tuvo cuando se operó de la cadera en abril del 2012 por una caída en su polémico viaje a Botsuana.

El monarca confesó que entonces «le estaban empujando» tanto desde «dentro» de la Casa del Rey como desde «fuera»; en aquella etapa las encuestas reflejaban que su imagen pública había perdido puntos por su cacería de elefantes en Botsuana.

El Rey ha pasado por el quirófano en tres ocasiones en menos de un año. El 14 abril de 2012 fue operado de la cadera derecha por la caída que sufrió en Botsuana, y unos meses después, el 23 de noviembre, en la cadera izquierda, y el 3 de marzo de este año fue intervenido de una hernia discal.

Además, en los tres últimos años ha superado seis operaciones, la mayoría de carácter traumatológico, derivadas de accidentes o problemas de desgaste en el sistema óseo.

Empeñado ahora en avanzar adecuadamente en una recuperación para la cual el neurocirujano que le trató la hernia discal calculó un plazo de entre dos y seis meses, el Rey Juan Carlos no dejará las muletas hasta que, según sus palabras, no gane «confianza».

Su primera aparición pública tras la última intervención quirúrgica se produjo un mes y medio después, y desde entonces se le ha visto moverse cada vez con mayor agilidad, siempre empleando una o dos muletas para andar, gracias a un programa de rehabilitación que incluye cuatro horas diarias de ejercicios.

De su visita a Marruecos, con la que atiende una invitación del rey Mohamed VI, consideró que está saliendo «bien», tanto en lo que respecta a la labor que está llevando a cabo el Gobierno español como a lo que «humanamente» representa para él este viaje por su «sintonía» con el monarca alauí. Atribuyó el hecho de que en Marruecos se le quiera mucho -algo en lo que insiste el embajador de España en Rabat, Alberto Navarro- a que ha visitado en muchas ocasiones este país, por vez primera en 1947, con nueve años, en un viaje de placer junto a sus padres.

Más allá de las cuestiones institucionales, económicas y culturales abordadas en Marruecos, el Rey de España ha tenido que afrontar estos días un problema de carácter humano, el bloqueo de las «kafalas» o tutelas de niños marroquíes acogidos por familias españolas a las que no se permite sacarlos del país. Después de que el monarca hubiera hablado del asunto con Mohamed VI, un grupo de familias le expuso personalmente su angustiosa situación en una conversación durante la recepción que ofreció ayer en la embajada de España, una vez que los padres se manifestaron ante la legación diplomática y el Rey accediera a escucharlos.

Tal y como había comentado a los afectados, el Rey confirmó a los periodistas que desde las instituciones españolas están «empujando» para ayudar a estas familias, aunque el proceso es extremadamente lento y además se trata de un asunto judicial en el que España no puede entrometerse.

La agenda para la última jornada de don Juan Carlos en Marruecos consiste en un acto en el que recibirá las llaves de oro de la ciudad de Rabat y una visita, en compañía de Mohamed VI, a un centro de formación y reinserción de jóvenes situado cerca de la capital, tras la cual regresará a Madrid.