Las células del embrión luchan a muerte para formar parte del organismo

SOCIEDAD

Investigadores del CINC desvelan en «Nature» el proceso de competición celular antes de nacer

10 jul 2013 . Actualizado a las 22:48 h.

La lucha por la supervivencia empieza antes de nacer. Cada uno es lo que es por un proceso de competición celular, una encarnizada batalla que libran las células del embrión temprano por formar parte del organismo. Solo sobreviven las células más aptas en una lucha a muerte, literal no figurada. Así lo ha probado un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en un estudio realizado en ratones que hoy publica la revista Nature. De este modo también se demuestra la relevancia de un fenómeno que había sido descrito en moscas en 1975 por los también investigadores españoles Ginés Morata y Pedro Ripoll, los primeros en describir la competición celular.

«Gracias a este proceso el organismo en formación se optimiza durante el desarrollo, seleccionando teóricamente las células más aptas para soportar las funciones vitales durante toda la vida del nuevo individuo», explica Cristina Clavería, autora principal de un trabajo realizado en colaboración con Miguel Torres. Esta lucha de «todos contra todos», que en el caso del ratón se produce entre los 3 y 7 días de su desarrollo, podría ser especialmente importante en organismos longevos como los humanos, que deben mantener la funcionalidad de los tejidos durante toda su vida.

Los investigadores son capaces de determinar de antemano qué células serán las vencedoras en la lucha a muerte: las que presentan mayores niveles de una proteína denominada Myc, un controlador de la capacidad metabólica celular. Mediante una novedosa técnica desarrollada por el equipo del CINC también son capaces de manipular los niveles de Myc, amañando de esta forma el resultado de la pelea.

Un aspecto sorprendente del trabajo es que se demuestra que en esta batalla celular no se desperdician recursos: las células perdedoras al morir son engullidas y digeridas por sus vecinas vencedoras, que, de esta manera, reciclan y aprovechan todos sus nutrientes en beneficio del embrión.