La Vía Láctea alberga 17.000 millones de planetas similares a la Tierra

Colpisa / Afp

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Los descubrimientos del telescopio Kepler aumentan notablemente la probabilidad de descubrir planetas habitables

08 ene 2013 . Actualizado a las 21:57 h.

Por lo menos 17.000 millones de planetas de un tamaño similar o próximo al de la Tierra se encuentran en la Vía Láctea, nuestra galaxia, según una nueva estimación publicada este lunes en Estados Unidos. Esto no quiere decir, sin embargo, que todos ellos sean habitables, pero la probabilidad de descubrir planetas hermanos a la Tierra aumenta notablemente.

De acuerdo a los expertos, para ser habitable, un planeta debe encontrarse a una distancia de su estrella que permita temperaturas en su superficie ni muy frías ni muy calientes para que el agua pueda existir en estado líquido y hacer, así, posible la vida.

Esta estimación surge de un nuevo análisis de los datos recopilados por el telescopio espacial estadounidense Kepler, lanzado en 2009 para buscar planetas que se encuentran fuera de nuestro sistema solar, o exoplanetas. Por lo menos una estrella de cada seis en la Vía Láctea tiene un planeta del tamaño terrestre en órbita a su alrededor, según François Fressin, del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, principal autor de esta investigación, que estima que la galaxia contiene alrededor de 100.000 millones de estrellas. Fressin presentó estos resultados en la conferencia anual de la Sociedad Astronómica Americana, reunida esta semana en Long Beach (California, oeste de Estados Unidos).

El telescopio Kepler detecta un exoplaneta cuando éste pasa por delante de su estrella y genera una bajada de luminosidad en el lugar donde transita.

El telescopio identifica así los exoplanetas potenciales midiendo permanentemente los cambios de luminosidad de más de 150.000 estrellas situadas en las constelaciones del Cisne y de Lyra. Durante los 16 primeros meses de observación, Kepler identificó 2.400 potenciales exoplanetas. Desde entonces, los científicos han tratado de determinar cuántas de esas señales correspondían a la presencia de un exoplaneta y cuántos exoplanetas podrían no haber sido detectados.