Un plan piloto para formar emprendedores gesta nueve proyectos en la comarca

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTISO

Las iniciativas las impulsarán jóvenes en Ames, Arzúa, Melide, Santiso, Rois, Tordoia, Touro y Frades

09 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Adrián Taboada se hizo con una finca en el lugar de Serantes, en el municipio de Santiso, para criar gallinas en libertad. Será lo que aporte valor añadido a los huevos camperos que pondrá en el mercado este joven de 25 años después de dedicar el último a diseñar un proyecto que nace bajo el paraguas de Aval Xóvenes, un programa piloto para emprendedores que la Xunta de Galicia impulsó con financiación europea y en el que se formaron medio centenar de gallegos que alumbraron dieciocho iniciativas empresariales.

Ocho de ellas, a mayores de la de Adrián Taboada, se materializarán en ayuntamientos del área de influencia de Santiago. La mayoría son proyectos vinculados con el sector agroganadero, como los que se pondrán en marcha en Rois, Tordoia, Touro, Frades y un segundo en Santiso; mientras que los tres restantes, impulsados desde Ames, Arzúa y Melide, pondrán a los jóvenes emprendedores al frente de un ultramarinos, de un negocio de repostería artesanal y de una firma de diseño de packaging.

Las demás iniciativas empresariales tomarán forma en Carballo, Muxía, Cerceda, Mazaricos, Curtis, Vila de Cruces, Agolada, Lugo y Coristanco. Este último municipio albergó una de la sedes de trabajo del programa Aval Xóvenes, que, para toda la comunidad, también se impartió desde Melide, donde ayer el director xeral de Xuventude e Voluntariado de la Xunta, Ovidio Rodeiro, lo clausuró, acompañado por la alcaldesa Ánxeles Vázquez. Rodeiro subrayó el «altísimo» porcentaje de inserción laboral que se logró con el programa y se lo atribuyó a que son los propios jóvenes «os protagonistas, os actores principais da súa iniciativa empresarial», afirmó.

Un 68 por ciento de los participantes en Aval Xóvenes se incorporaron al mercado de trabajo, con lo que se superaron con creces las expectativas iniciales, situadas, según trascendió en la clausura, en un 25 por ciento. Del medio centenar de jóvenes que se formaron en el programa, diez se incorporaron a la empresa privada, y 24 apostaron por el autoempleo.