La pizza más saciante, con 1 kilo de mozarela y jamón de relleno, gana fans en Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álex Glez, copropietario de La Fugazzeta, junto a su empleado en la pizzería argentina de la Rúa Nova de Abaixo 16. El local, de 125 metros cuadrados, dispone de mesas contra la pared para «comer parado, al estilo argentino», explican sus dueños, y está abierto de martes a sábado de 12 a 00.00 horas y domingos a partir de las 19.00.
Álex Glez, copropietario de La Fugazzeta, junto a su empleado en la pizzería argentina de la Rúa Nova de Abaixo 16. El local, de 125 metros cuadrados, dispone de mesas contra la pared para «comer parado, al estilo argentino», explican sus dueños, y está abierto de martes a sábado de 12 a 00.00 horas y domingos a partir de las 19.00. Xoán A. Soler

Dos emigrantes conquistan al público en La Fugazzeta con sus recetas argentinas

10 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un año que abrió La Fugazzeta en Santiago y cada vez hay más fans de sus contundentes pizzas argentinas. La estrella de la carta es la especial de la casa, que reproduce la receta tradicional de la fugazzeta, con un relleno de jamón y hasta un kilo de mozarela, coronada en la capa superior con cebolla en cantidad, más mozarela y parmesano italiano. «Es lo único italiano que usamos porque hasta la mozarela está hecha en Galicia por un compatriota nuestro, siguiendo la receta argentina. Es muy distinta a la mozarela italiana y es lo que da el sabor a la pizza», cuenta Álex Glez Bigiovani, un argentino de 53 años que llegó con 25 a Santiago.

«Vine a ver a un amigo y me quedé porque me gustó la ciudad. Fui como un amor a primera vista y llevo ya media vida acá», relata. Hijo de pizzeros, «mamé toda mi vida la pizzería», dice, pero lejos de aburrirse de ella, la pizza es uno de sus platos favoritos. «La como en casa y cuando voy de vacaciones también. Voy probando distintas pizzas para poder también valorar lo mío», añade este emprendedor asociado con otro argentino asentado en la capital gallega, Alejandro Perazzo, un amigo con experiencia también en el sector.

Juntos inauguraban un 8 de marzo La Fugazzeta, que en este último año no solo se ha hecho muy popular entre el público local sino también entre los visitantes de fuera. «El turismo viene mucho a la pizzería porque tenemos una alta puntuación en Google: hay casi 200 reseñas y nos dan 4,9 sobre 5», explica Álex. Ellos amasan cada mañana para servir solo masas hechas en el día, de grosor medio, el necesario para soportar todos la materia prima con la que se condimentan. «Todo lo hacemos nosotros en nuestro obrador y los productos que usamos son frescos y de origen gallego», destaca el copropietario de La Fugazzeta, en donde no solo triunfa su pizza especial sino también las empanadillas argentinas, especialmente la de carne —cortada a cuchillo—. Aunque hay donde elegir. Hacen ocho rellenos de empanadillas distintos y cerca de una treintena de variedades de pizza (de 35 o 40 centímetros).

«Con una fugazzeta comen cuatro personas. Es bastante más contundente que la típica pizza porque lleva mucha cantidad de ingredientes. De hecho, lo que más salida tiene es la pizza al corte, por raciones», matiza el copropietario del negocio, que tiene como mano derecha a un empleado argentino conocido como El Pocho. Álex le ofrece la oportunidad laboral que en su día le dieron a él, cuando aterrizó a este otro lado del charco. «Empecé trabajando una panadería de Vista Alegre y pude hacer una vida aquí porque mis jefes gallegos me ayudaron. Se ofrecieron a pagarme los pasajes para que vinieran mis dos hijos y mi mujer, Alejandra», rememora sin poder evitar emocionarse al hacerlo. Tras ahorrar durante un tiempo, pudieron en el 2015 comprar la frutería en la que trabajaba su mujer (Entrenaranjos). «Ella sigue trabajando allí y, de viernes a domingo, viene a la pizzería a ayudarnos», explica su marido, quien a su vez arrima el hombro a diario en la frutería familiar.