Científicos de la USC encuentran una nueva vía con células madre uterinas para frenar el cáncer de mama

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Los investigadores prueban su capacidad para inhibir la invasión de las células tumorales y estimular su muerte celular programada

07 oct 2014 . Actualizado a las 19:58 h.

Científicos de la USC y del hospital de Jove de Gijón han aislado y caracterizado un nuevo tipo de células madre mesenquimales en el cérvix uterino capaces de frenar al desarrollo del cáncer de mama. La investigación, que acaba de ser publicada en la prestigiosa revista americana Oncotarget, evidencia la capacidad de estas células para inhibir la proliferación e invasión de las propias tumorales, así como estimular su muerte celular programada.

Los autores del estudio ponen el foco en la fácil obtención de este potencial antitumoral (las células se obtienen de modo poco invasivo a partir de un cepillado de cérvix como el que que se realiza en las revisións ginecológicas) y en el hecho de que la liofilización (forma de conservación en polvo) de su secretoma (conjunto de moléculas secretadas por estas células) conserve las propiedades originales. Estos dos factores las convierten en idóneas candidatas para futuras aplicaciones experimentales o clínicas en la terapia contra el cáncer.

Desde la USC se aclara que el efecto inhibidor sobre el crecimiento tumoral ha sido observado in vitro, utilizando líneas celulares de cáncer de mama y cultivos de tumores de pacientes operadas. También ha sido comprobado con ratones.

«Muchas» ventajas con relación a otras células madre

El Jefe de la Unidad de Investigación del Hospital de Jove de Gijón, Francisco Vizoso, ha dado a conocer este martes el avance. Vizoso ha destacado que el resultado de este trabajo es un primer paso a una línea de investigación que creen que va a ser «muy fructífera» para muchas enfermedades que hoy día no cuentan con un tratamiento adecuado. Especialmente ha resaltado su potencial antiinflimatorio y antitumorales, así como que el líquido que se obtiene de ellas pueda convertirse en polvo, manteniendo las mismas propiedades, lo que facilita su manejo y posibles futuros usos terapéuticos.

Asimismo, Montesano ha destacado el potencial «enorme» de la investigación con células madre. Según él, la inyección de células madres de forma directa se podría usar para regenerar algunos tejidos, como por ejemplo en algunas enfermedades degenerativas.

Dicho esto, ha matizado que este método conlleva algunos peligros, ya que podrían dar origen en algunos casos a tumores y en otros no se sabe a ciencia cierta qué pueden provocar. Es por ello, que ha indicado que las investigaciones en el mundo en torno a estas células se centran en aplicar las sustancias generadas por estas, que es lo que se conoce como «medio condicionado» y que tiene efectos antitumorales en algunos casos, o antiinflamatorios, en otros.

Asimismo, ha indicado que las células uterinas objeto de la investigación que se presenta en este día tienen «muchas» ventajas con relación a otras células madre. Como ejemplo, ha apuntado que las células madre del cordón umbilical, de la médula ósea o la grasa precisan de técnicas bastante complicadas, se obtienen en números muy limitados y tiene un ciclo de multiplicación lento, por lo que es bastante difícil conseguir el 'medio condicionado' de estas.

Sin embargo, en el caso de las células madre uterinas son fácil de obtener, sin utilizar para ello métodos invasivos, proliferan «muy rápidamente» y se pueden multiplicar muchas veces, con lo que se pueden obtener litros y litros de «medio condicionado», que además se puede transformar en polvo..

La investigación

La investigación se inició hace cuatro años en los laboratorios de la Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jove de Gijón. Fue allí donde los doctores Francisco Vizoso, Noemí Eiró y  M. Luz Lamelas iniciaron un estudio sobre células madre. El objetivo era encontrar una nueva fuente de células madre y un método de obtención que fuese mínimamente invasivo y doloroso para los pacientes y que permitiese un fácil crecimiento en el laboratorio. La participación en la investigación del grupo del profesor de la USC Román Perez-Fernández (Juan Sendón Lago, Samuel Seoane, Tomás García-Caballero y María A. Bermudez), del profesor José Schneider de la Universidad Rey Juan Carlos y la colaboración de pacientes y ciudadanos reunidos en la Fundación para la Investigación con Células Madre Uterinas (FICEMU) han permitido conseguir logros mayores.