La Guardia Civil desmantela en Ames un taller textil chino

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO

Taller chino

Los operarios chinos trabajaban de forma ilegal y catorce horas al día sin parar

16 may 2014 . Actualizado a las 16:10 h.

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y dos inspectores del Grupo de Economía Sumergida de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social han desmantelado un taller ilegal de costura regentado por un ciudadano chino y que está ubicado en Biduido de Abaixo, en el Concello de Ames, muy cerca de Santiago.

La investigación se inició a mediados del pasado mes de enero, cuando se detectó que personas de nacionalidad china estaban realizando actividades textiles en la zona de Ames.

Las pesquisas se centraron rápidamente en el conductor de un vehículo monovolumen, también de origen chino, que se dedicaba al trasporte de prendas de ropa. Él es el presunto cabecilla, ya que tiene a su nombre los alquileres de los locales que utilizaban en la confección de la ropa, así como de las casas que habitaban algunos de los operarios. Además, este hombre era el único que se movía fuera del taller ilegal.

En el momento de la inspección había trabajando en el taller seis chinos y cinco españoles, todos de forma ilegal. De los seis de nacionalidad china, tres de ellos estaban indocumentados, por lo que han sido entregados a Extranjería para tramitar su expulsión de España.

El taller ilegal de costura estaba ubicado en la planta baja y el garaje de un local de Biduido de Abaixo, en Ames. Allí se encontraron numerosas prendas de ropa confeccionada para una conocida tienda de Vigo, así como tanta maquinaria que permitiría que 25 personas trabajasen a la vez en las instalaciones clandestinas.

Los trabajadores de origen asiático iniciaban su jornada a las nueve de la mañana y no paraban hasta las 23 horas. La Guardia Civil recuerda que este tipo de talleres, además del fraude que suponen para la Hacienda Pública y la Seguridad Social, provocan un enorme daño a los talleres que sí desarrollan su actividad de forma legal, ya que tiran los precios y generan una competencia desleal.