Enigmas del caso Asunta

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Muchas son las incógnitas por desvelar, pero otras ya han sido resueltas

30 sep 2013 . Actualizado a las 23:41 h.

Transcurrida una semana desde el asesinato de Asunta, son muchas las preguntas que quedan por resolver, pero hay muchas otras que sí tienen respuesta.

¿Cómo mataron a Asunta?

La autopsia y las pruebas toxicológicas han demostrado que la niña murió por asfixia. El sábado 21, horas antes de la muerte y probablemente durante la comida, le suministraron mezclado con alimento o bebida una fuerte dosis del mismo medicamento contra la depresión y la ansiedad que toma su madre. También se han hallado restos en la cara de la niña de otro producto químico que o bien se le aplicó antes de la muerte para dormirla más profundamente o se utilizó para acelerar su ahogamiento. Atada de pies y manos con una cuerda anaranjada, le taparon la cara con una almohada o algo similar que le obstruyó las vías respiratorias.

¿Dónde y en qué estado apareció la niña?

La niña fue hallada a la 1.15 horas del domingo 22 en una pista forestal de Teo, en Feros-Cacheiras. La llevaron allí en coche, porque fue asesinada en otro lugar. Estaba vestida con un chándal y, aunque presentaba signos de violencia, ninguna de sus heridas era mortal. Estaba colocada, no tirada sin más, algo que denota cariño. No estaba atada, pero junto a ella había un trozo de la cuerda anaranjada con la que antes le habían atado pies y manos. Su hallazgo hace pensar que los asesinos vieron u oyeron algo que los alertó y huyeron a toda prisa del lugar, lo que justificaría un olvido que ahora es una de las principales pruebas contra Rosario Porto y Alfonso Basterra, ya que en el registro de la casa que tienen en Teo, a menos de cinco kilómetros de donde apareció el cadáver, hallaron una bobina de la misma cuerda.

¿Por qué sospecharon de los padres?

En el mismo momento de poner la denuncia por la desaparición de la niña, la versión de los padres ya llamó la atención de los agentes. La historia que contó Rosario Porto sobre el supuesto hombre con guantes de látex que había entrado en su casa en julio les resultó sospechosa. Cuando el juez Vázquez Taín, el mismo domingo, les informo de que quería registrar la casa de Teo y el piso en el que madre e hija vivían en Santiago, Porto preguntó por qué. La razón es que no la habían creído.

¿Qué versiones distintas ha ofrecido la madre?

Primero dijo que a las 19 horas del sábado dejó a su hija en el piso de Doutor Teixeiro haciendo los deberes mientras ella salió a hacer unos recados y que cuando regresó a las 21.30 horas la vivienda estaba vacía, la puerta cerrada con llave y la alarma conectada. Después, al saber que al menos una cámara de seguridad la había grabado en el coche con Asunta y en dirección a Teo, rectificó y dijo que ambas habían ido juntas a Teo, que regresaron y que la dejó en una plaza próxima a su casa, y ya no la volvió a ver.

¿Qué indicios hay contra los padres?

Haber mentido u omitido datos sobre lo que hicieron el día de la desaparición de la niña los señaló. Las grabaciones de las cámaras de seguridad que reproducen una parte del itinerario de Rosario Porto y Asunta en dirección a Teo son también una prueba con peso, como lo son que el medicamento suministrado a la niña antes de la muerte sea el mismo que tomaba la madre contra la depresión o que en la casa de Teo hubiese una bobina de la misma cuerda hallada junto al cadáver.

¿Qué pruebas esperan los investigadores?

Están a la espera de pruebas toxicológicas que determinen la hora exacta a la que se le suministraron los medicamentos y de qué producto químico hay restos en la cara de la niña. También están esperando el análisis de materiales y corte de la cuerda anaranjada que determine no solo si son la misma, sino si el trozo procede de la bobina hallada en la casa de Teo. Tampoco han llegado los informes de posicionamiento de los teléfonos móviles ni de las llamadas que padre y madre hicieron ese día.

¿Por qué surgen ahora dudas sobre la muerte de los abuelos maternos?

Los padres de Rosario Porto murieron con solo siete meses de diferencia. Socorro Ortega falleció el 11 de diciembre del 2011 a los 78 años de edad y Ramón Porto el 26 de julio del 2012 con 88 años. Eran mayores, pero no tenían enfermedades graves y ambos fallecieron de repente y en la cama. El asesinato de Asunta levantó sospechas y algunas fuentes llegaron a decir que se iba a «echar la vista atrás». Los dos fueron incinerados, por lo que si hay algo que investigar será muy complicado.

¿Móvil económico o la niña sabía algo?

Para los investigadores, el móvil económico sigue siendo la principal hipótesis y se trata de saber si la niña recibió donaciones en vida de su abuelo o si el testamento de 1975 fue modificado. También se ha especulado sobre si el crimen podría deberse a que la pequeña se enteró de algo. También lo que contó en un blog que hizo en un trabajo escolar podría indicar que sospechaba algo sobre la muerte de sus abuelos. Esa pregunta no tiene respuesta contrastada y es una mera especulación.