Acompañado por Feijoo, ha visitado un área en la que se trabaja intensamente
25 jul 2013 . Actualizado a las 14:33 h.Un vagón varado a 15 metros de altura, lleno de herrumbre, con las sillas salpicadas a varios metros, certificaba, ya con la luz del día, la dimensión de la tragedia. Esa es la estampa que se ha encontrado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasadas las diez y media de la mañana, cuando ha pisado por vez primera la zona cero. Los trabajos para recuperar la zona seguían su curso, como ajenos al protocolo. Junto a Ana Pastor y Núñez Feijoo, el presidente español ha podido comprobar in situ los detalles del violento descarrilamiento que última hora de la tarde de ayer segó 77 vidas en la que es una de las mayores tragedias ferroviarias de la historia de España.
Los medios, algunos extranjeros, han podido seguir la visita desde un pequeño promontorio lateral, perfectamente vigilados por las fuerzas de seguridad para evitar imprevistos.
Cuando ha llegado el presidente, dos inmensas grúas habían levantado ya otro de los vagones hacia el puente, que podido supervisar. El otro convoy saltó anoche como consecuencia de la virulencia del accidente. Desde la altura del puente, Rajoy, que no ha hecho ninguna declaración, ha recibido las explicaciones que investigan el origen del siniestro, cuyas primeras hipótesis apuntan a un exceso de velocidad.