Descarrilamiento en Santiago: «Es lo peor que viví en mi vida»

Alberto Mahía SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO

Xoán A. Soler / Mónica Ferreirós

Los primeros en llegar a la zona del siniestro describen una experiencia dantesca

25 jul 2013 . Actualizado a las 02:09 h.

Un grupo de seis vecinos que fueron los primeros en ayudar a las víctimas del descarrilamiento en Santiago dicen haber escuchado una fuerte explosión. Nada más producirse, cortaron la verja que separa la carretera de las vías y se encontraron con una «escena dantesca». Juan Soler recordaba haber sacado cuerpos sin vida. Los vecinos se volcaron, echando mano de lo más parecido a una camilla para retirar a los heridos. «Rompimos las ventanillas y forzamos puertas para sacarlos». Había muchos muertos, añade uno de los testigos antes de calificar lo vivido como «lo peor de mi vida».

En la misma línea, Abel Rivas e Iván Ramos, dos jóvenes vecinos del lugar cercano al accidente, dijeron sentirse «muy impactados» y afirmaron que habían presenciado escenas como nunca habían visto, según informa Efe. «Escuchamos un ruido tremendo, enorme, como nunca. Bajamos y ya vimos el convoy separado en dos trozos. Estamos muy impactados, es inexplicable», dijeron.

Iván y Abel se encontraban en casa a escasos metros de las vías. «Vimos una polvareda enorme y uno de los vagones estaba ya incendiado», dijeron, e indicaron que veían a «gente demacrada sacando niños». Una vez en el lugar del accidente los dos jóvenes voluntarios narraron que comenzaron a sacar a los heridos y a trasladarlos hasta el puesto avanzado que el servicios de urgencias 061 instalaron en las proximidades.

Según su versión, los viajeros que viajaban en el vagón que quedó sobre el terraplén han sido los peor parados. Ninguno de los dos dice ser capaz de indicar a qué velocidad podía circular el tren en el momento del accidente, pero no descartan que pudiese ir «un poco rápido».

Testigos presenciales explicaron que uno de los vagones del tren voló por los aires y se elevó más de seis metros hasta impactar con el palco de la música existente en el lugar, el cual destrozó.