Bajo el lema «Cada desafiuzamento é un asasinato» se congregaron ayer en la plaza Roxa unas 200 personas, convocadas por la plataforma Stop Desahucios para protestar contra la política de las entidades bancarias de «conceder hipotecas conscientes de que non as ían pagar» y llevar a la gente a la situación límite de verse sin un techo bajo el que cobijarse. La marcha, en la que participaron, por ejemplo, el portavoz municipal del BNG, Rubén Cela, y el diputado de Alternativa Galega, Xosé Manuel Beiras, partió de la plaza Roxa y, tras visitar diversas entidades bancarias, terminó en la plaza de Galicia.
La plataforma Stop Desahucios, a la que se han acercado 15 compostelanos bajo amenaza de perder su casa, también insiste en la dación en pago con carácter retroactivo como solución a este drama, así como en ofrecer la oportunidad de los alquileres sociales a las personas desahuciadas para que, en el caso de estar en disposición, puedan comprar sus viviendas cuando la situación económica mejore.