Ha pedido un informe sobre los costes de liquidación del ente
03 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Si días pasados trascendía que la USC ha decidido intervenir la concesión del servicio de reprografía en las facultades compostelanas, también el Servizo de Edición Dixital da USC, conocido como Unidixital, está ahora en el punto de mira. Tanto, que la Universidade está estudiando la viabilidad de una sociedad participada al 51 % por la institución académica, mientras que el 49 % pertenece a la empresa Tórculo. El contrato de gestión de servicios que se rubricó en el 2001 con un plazo de diez años expiró en el 2011, pero se renovó por un año más. Ahora, la USC y Tórculo han abierto conversaciones para abordar una remodelación del proyecto que podría desembocar en una renovación de la colaboración entre ambas entidades de nuevo por un amplio plazo. El tiempo, sin embargo, se les echa encima a ambos. La fecha límite es el 31 de diciembre de este año.
Sobre el asunto ha preguntado ya dos veces el representante de la plataforma docente +Ideas en el Consello de Goberno, el profesor Juan Viaño. La primera vez, la vicerrectora de Economía e Infraestruturas, Sara Cantorna, respondió que sobre la mesa había diferentes opciones y que todas se estaba estudiando.
En el siguiente Consello de Goberno, Viaño insistió de nuevo en el asunto para saber si había alguna novedad en el proceso de negociación entre la USC y Tórculo. En este caso, según relata el profesor, la respuesta de la vicerrectora fue que se estaba «recabando» toda la información, incluyendo «unha valoración externa dos custes de liquidación» de la sociedad. Será el rector, según trascendió en ese Consello de Goberno, el que deberá tomar la decisión final una vez tenga sobre su mesa el amplio dosier que se está elaborando. La opción que escoja Juan Casares que será sometida al Consello de Administración de Unixest, que según explica Juan Viaño, ya había dejado sobre la mesa este asunto en junio, cuando la memoria presentada ante la junta general de la entidad que gestiona los intereses de la Universidade compostelana.
Mientras, la crisis también ha llegado al servicio de impresión, que se ha visto obligado, ante la caída de la demanda, a aplicar un expediente de regulación de empleo de reducción de jornada a sus empleados. En la actualidad, ocho personas desarrollan su labor en este servicio.