Una multitud de gente asistió ayer al entierro de los tres familiares que perdieron la vida en accidente de tráfico
20 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Eliseo Ramos, María Saleta Vidal y Ramón Vidal, los tres vecinos de Melide fallecidos el pasado miércoles en un accidente de tráfico en Arzúa, tuvieron una despedida multitudinaria. Cientos de personas acompañaron ayer a la familia en el entierro, que se celebró de manera conjunta en la iglesia parroquial de Gondollín, situada cerca del núcleo de A Garea, de donde eran naturales el matrimonio formado por Eliseo y María Saleta, y el hermano de esta, Ramón.
Si cientos fueron los vecinos que, a primera hora de la tarde, se agolparon en las inmediaciones del velatorio municipal para arropar a los familiares en la salida de los féretros de las instalaciones mortuorias, situadas en el casco urbano melidense, no menos fueron los que aguardaban en los alrededores de la iglesia de la parroquia la llegada de la comitiva fúnebre, que fue recibida con el mayor de los respetos: el presencial silencio de los asistentes. Tanto el interior como el atrio de la ermita se quedaron pequeños para acoger a la multitud. Ocho curas oficiaron en el exterior de la ermita el funeral, tras el que los cuerpos recibieron sepultura en el cementerio parroquial.
La masiva afluencia de gente a las exequias de tres miembros de una familia muy conocida y querida en Melide desplazó a A Garea a efectivos de Protección Civil y de la Policía Local, que regularon un tráfico inusual en una aldea organizando el aparcamiento de los vehículos en dos fincas cercanas.