Multa y retirada de los perros. Así ha resuelto la concejalía de Medio Ambiente de Santiago el conflicto originado en la parroquia de Figueiras por la presencia en una finca de un gran número de perros -entre catorce y dieciséis- que los vecinos han denunciado en reiteradas ocasiones que han atacado a sus animales domésticos y a ellos mismos.
Por la infracción de la ordenanza municipal de posesión y custodia de animales se multará al dueño de los animales con entre 30 y 300 euros. Además, el decreto firmado ayer mismo por la concejala María Castelao señala que «dada a reiteración dos feitos, a entidade dos danos ocasionados e a alarma social xenerada, co obxeto de evitar a continuidade da situación de risco xerada pola continua saída á vía pública dos cans» se procederá, como medida provisional, a la retirada de los mencionados perros y a su custodia en el refugio de animales de Bando.
Los perros deberán permanecer en Bando hasta que se resuelva definitivamente el expediente sancionador y el dueño garantice que puede mantener a los animales según exige la ley. En este sentido, la edila explicó que en esa finca solo puede tener cinco perros y que para acoger más tendría que darse de alta como núcleo zoológico.
El propietario niega los hechos
Por su parte, el dueño de los animales señaló ayer que en absoluto son peligrosos, que no han agredido ni al cura párroco ni a ningún otro vecino y que él es víctima de una persecución por parte de un grupo de vecinos de Figueiras. Admite que los perros devoraron las gallinas de un vecino, pero afirma que las pagará.