En el fragor del Prestige, y de la intensa campaña desarrollada por los ciudadanos y los medios de comunicación, se inició en aquel Consejo de Ministros del palacio de María Pita el AVE que tenemos. Y ahí pareciera que se agotaran nuestros esfuerzos. Por ello, que el acuerdo del BNG con el PSOE incluya el desarrollo de servicios de cercanías al menos entre Pontevedra y Vigo o A Coruña y Ferrol, no por ser limitados dejan de señalar necesidades.
Hace doce años utilizaban el ferrocarril unos 2,2 millones de viajeros en el interior de Galicia y 1,5 millones lo hacían en el corredor atlántico. Actualmente, según datos de Renfe en La Voz, utilizan el eje Atlántico 3,5 millones de personas. Dos millones más que hace una docena de años. Convirtiéndose en la línea de media distancia más utilizada en España. Un eje atlántico que los gallegos utilizamos como si fuera una línea de cercanías, si bien sin los horarios y frecuencias propias de esos servicios.
Pero si la cuestión es hablar de ferrocarril, bueno será recordar que aquella Renfe creada por Franco, nacionalizaciones por medio, en 1941, fue desagregada en dos —mandato comunitario—, en el año 2005: ADIF, que atiende las infraestructuras y Renfe Operadora, dedicada a la operativa y mantenimiento de trenes, que en 2013 pasó a ser un grupo con cuatro empresas.
De aquella nacionalización, por no tener el ancho de red ibérico, se libraron algunas compañías ferroviarias, como la que hoy es FGC (Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya), con sus orígenes en el tren de Sarriá en 1863. Manteniéndose como empresa privada hasta 1979 en que fue adquirida por la Generalitat y hoy articula gran parte del Vallés catalán y otras líneas, que coexiste con Rodalies.
Si el objetivo es la movilidad, deberemos atender a los tres elementos de los ferrocarriles: red viaria, trenes y recursos humanos especializados. La red viaria es gestionada por ADIF. Los recursos humanos, sobre todo maquinistas, se forman en la Escuela de Conducción y Operaciones (Etpco) del grupo Renfe. Y por lo que respecta a los trenes nos encontramos en déficit. Por ello Renfe ha contratado 101 trenes para Rodalies y 211 para cercanías Madrid. Lo que da idea de la complejidad del acuerdo entre PSOE y BNG, por más que en el tablero político, quizás por restarle crédito, la controversia se dirige a la transferencia de Rodalies al Gobierno catalán. Olvidando que esta se realizó en el 2010 y mantiene una baja calidad de servicio en su gestión por Renfe.
Controversia política que no tapa el déficit en las estrategias de movilidad de Galicia, a pesar de los recientes concursos y concesiones interurbanas. Mientras se debaten fechas en torno al AVE, los trenes Avril, o la transferencia de la AP-9, olvidando costes y necesidades de la movilidad cotidiana. Aunque no tengamos Rodalies o cercanías que transferir. Y el transporte público sea más útil para ir de compras que para desplazarse al trabajo o acudir a una consulta médica. Horarios, aforos y frecuencias.