Las Rías Baixas reivindican la sede del laboratorio europeo de moluscos

Se denomina Centre for Environment, Fisheries & Aquaculture Science y funciona en la localidad británica de Weymouth. Su posición como centro de referencia para el control de las toxinas marítimas y la salubridad de los moluscos bivalvos en la UE tiene los días contados. Entre otras consecuencias, el brexit obliga a los socios europeos a buscar un nuevo emplazamiento para su gran laboratorio bacteriológico en este ámbito. La candidatura de Galicia, confirmada hace semanas por la Consellería do Mar, acaba de ser azuzada por el PSOE, que urge a la Xunta a tomarse en serio y poner toda la carne en el asador de un empeño que, de prosperar, daría un nuevo y decisivo impulso a la no siempre bien cuidada vocación marítima de la comunidad. El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, anunció ayer que la ciudad se pondrá al frente de la reivindicación del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) como sede del servicio.

«Estamos dispostos a chegar ata o final nun proceso que pode ser fundamental para Galicia, para Vilagarcía e para o futuro do conxunto da ría de Arousa», señala el regidor socialista, que como primer paso instará a su partido a incorporar textualmente la candidatura del Intecmar en la proposición no de ley que el Parlamento de Galicia debatirá la semana que viene. Varela recoge los argumentos de su compañero, el diputado Julio Torrado, en el sentido de que el Intecmar puede liderar a toda una serie de complejos de formación e investigación que, como el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) de Corón, junto a la planta de bivalvos de Ribadeo, el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) de A Illa de Arousa, o la Facultade de Ciencias do Mar de la Universidade de Vigo, trabajarían en red en el ámbito del control sanitario marítimo desde Galicia. En la que, no por casualidad, funciona la Axencia Europea de Control da Pesca (Vigo).

Vilagarcía dispone, por otra parte, de un complejo idóneo para recibir a las decenas de investigadores europeos que cada año desembarcarían en la ciudad: el centro nacional de formación marítima que el Instituto Social de la Marina gestiona en Bamio. Su titularidad corresponde al Ministerio de Empleo y Seguridad Social, pero la colaboración del Estado ante un reto de semejante calibre se da por hecha.

Investigadores internacionales

Las dimensiones del Intecmar están muy lejos de las de Weythmouth, que para empezar dispone de medio millar de profesionales frente al centenar al que no llega Vilaxoán. No obstante, el instituto arousano constituye un referente fundamental en la investigación y el control de las toxinas en el medio marino. Quienes hace unos años viajaron con la comitiva que Vilagarcía envió a Granville, en Normandía, y observaron los sistemas de vigilancia sobre la producción marisquera de Francia, compartirán esta apreciación. La UE destina importantes inversiones a este ámbito, suficientes para el desarrollo que se necesitaría.

Sobre este cálculo, y el trabajo en red, Vilagarcía plantea la candidatura del Intecmar, que se traduciría en una presencia permanente de investigadores internacionales en las Rías Baixas. El laboratorio comunitario debe contar con personal cualificado en los análisis bacteriológicos y virales de bivalvos, el instrumental para llevar a cabo este tipo de tareas y una infraestructura administrativa adecuada. Sus cometidos son proporcionar información a los diferentes laboratorios nacionales, coordinar la investigación y los métodos de análisis, organizar cursos de formación y asesorar a los estados miembros en esta materia.

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