El retraso del dragado del Lérez triplica los áridos a retirar del canal

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las cofradías dan el visto bueno a Portos sobre el proyecto de actuación en el río

08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El dragado de la desembocadura y canal del Lérez acumula tantos años de retraso que Portos se ha visto obligado a realizar un proyecto ambiental prácticamente nuevo. Ha tenido que incluir en el programa la legislación que se ha ido aprobando en los últimos años y también realizar mediciones completamente nuevas. Y es que el retraso de la obra y el paso de los años ha triplicado el volumen de áridos que se estimó en el 2011 que habría que retirar del cauce fluvial. Para que se hagan una idea, en el 2011 las cofradías calculaban que se retirarían 100.000 metros cúbicos del canal, y las últimas estimaciones hablan ya de unos 300.000, de los que una tercera parte podrá ser aprovechable para la regeneración de bancos marisqueros del sector de a flote en los cantiles, frente a O Ameixal y Combarro.

Portos de Galicia envió a las cofradías de Pontevedra, Lourizán y Raxó el proyecto ambiental para el dragado y los pósitos le respondieron ayer afirmativamente. Quieren que se haga cuanto antes, pero en el sector marítimo se da por hecho que aún tendrá que pasar todo este año hasta que remate el proceso de declaración de impacto ambiental. Si los plazos se cumplen y no hay más obstáculos, el dragado podría licitarse y hacerse el próximo año. «Lo que queremos es que vaya ya para delante», señalaron fuentes del sector.

Desde que se hicieron los primeros estudios, el río ha trabajado con fuerza en su tramo final y el fango se ha multiplicado de forma exponencial. Los técnicos se han visto forzados a hacer nuevos estudios de batimetría, corrientes, volumen de dragado y otros factores. El estudio del sedimento reveló que la gran mayoría es de categoría uno, por lo que no hay ningún problema para su reutilización para los bancos marisqueros y los riesgos de contaminación son mínimos.

Pozos trampa para sedimentos

La actuación prevista es grande. El dragado del Lérez será la obra de esta categoría más ambiciosa del ente autonómico en la provincia de Pontevedra. Las palas empezarán a trabajar aguas arriba un poco antes del Club Náutico de Pontevedra. Cuando el trabajo esté hecho, los barcos dejarán de quedarse en seco en marea baja y los pantalanes ganarán en operatividad.

El dispositivo continuará avanzando hacia Corbaceiras y seguirá a lo largo de todo el canal de acceso del río, hasta su tramo final, en las proximidades de la punta de Os Praceres. El esquema que se seguirá permitirá que en la bajamar, el centro del río Lérez desde la zona de Corbaceiras hacia aguas arriba, remontando el río, tenga una profundidad de unos cuatro metros.

En distintos tramos del recorrido se harán pozos de unos siete metros de profundidad que actuarán a la manera de trampas para sedimentos, es decir, servirán para que el río pueda depositar en ellos la arena que arrastre y así se evite el colapso de otros espacios. El dragado será más profundo en la zona central del río y del canal y más suave en los dos márgenes, de tal forma que quedará una silueta a manera de un pequeño valle.

Un operativo que favorecerá la regeneración del marisqueo y la navegación

El dragado es vital para las cofradías del fondo de la ría, que son los principales promotores de su ejecución. El avance de los sedimentos en el canal y en la desembocadura del río han convertido vastas extensiones de los fondos marino y fluvial en estériles para el marisqueo, porque se han creado bancos de arena o porque la acumulación de fango impide el desarrollo normal de los bivalvos.

La extracción de los áridos permitirá liberar estas zonas, que podrán volver a ser trabajadas por el sector de a flote. Los mariscadores podrán sembrarlos y ampliar la superficie productiva, echando arena de calidad en esos entornos difíciles. El sector de flote, precisamente, es el más castigado de los últimos años en los pósitos. Su número, en embarcaciones y tripulantes, ha caído en picado. La navegación deportiva será también beneficiada, al facilitar su tránsito por la ría.