La inyección de 2,5 millones garantiza la continuidad de las excavaciones en los castros

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La Diputación liberará la partida pactada con el Ministerio de Fomento para recuperar y musealizar veinte yacimientos

04 mar 2015 . Actualizado a las 21:59 h.

La primera fase consumió 2,5 millones de euros, pero mereció la pena. Los arqueólogos lo tienen claro: en la provincia de Pontevedra hay potencial y una primera excavación en los castros dio sus frutos. Entre ellos un cubo de bronce y remaches que no tienen precedentes en ninguna parte de la Península. Se localizaron también piezas de cerámica que rompen con los modelos típicos de la Edad de Hierro en el noroeste peninsular o un ídolo que protegía la entrada de uno de los yacimientos excavados.

Eso fue el fruto de una primera excavación simultánea en 17 yacimientos en la que la Diputación de Pontevedra colaboró con la Xunta de Galicia y los concellos afectados. Ahora el Ministerio de Fomento acaba de liberar otros 2,5 millones fruto de una negociación entre la Diputación y el ministerio que se cerró el pasado mes de noviembre y que permitirá ampliar la recuperación a un total de veinte yacimientos.

Este proyecto de recuperación de los recursos galaico-romanos fue presentado ante Fomento con la finalidad de que lo financiase con cargo al 1 % de interés cultural de las contrataciones públicas. Y permitirá una nueva visión de los castros. El principal esfuerzo inversor, el 56,2 %, se destinará a la excavación; su musealización consumirá otro 13,2 %. Pero se reserva otra parte importante para elaborar mapas digitales tridimensionales de todos los castros excavados y poder contar así con una recreación posterior en tres dimensiones de las condiciones de vida que se daban en ellos.

Consolidar las prospecciones antes que ampliar áreas de estudio

El problema no es excavar, sino conservar lo descubierto una vez retirada la tierra que durante siglos ha cubierto parte de la historia de la provincia de Pontevedra. Este fue uno de los quebraderos de cabeza a la hora de diseñar las actuaciones. Hallazgos como los de las piezas únicas encontradas en los castros de las Rías Baixas aportan una información valiosísima sobre la historia, pero todo el esfuerzo se puede echar por tierra si, tras las excavaciones, no se consolida la zona con una musealización adecuada.

La operación global de recuperación de yacimientos -se pretende tratarlos como un conjunto que narre una historia transversal de las Rías Baixas- se ha topado también con problemas por la titularidad del suelo bajo el que se encuentran. Solo seis de los yacimientos inicialmente seleccionados están íntegramente en áreas de titularidad pública. El resto están afectados por algún grado de propiedad privada. Se ha priorizado la inversión en estos últimos, ya que la tramitación de las actuaciones en terrenos privados es más complicada. A ello se pueden sumar después trabas para el acceso de visitas, que suponen uno de los principales intereses de la actuación: la puesta en valor de los yacimientos de asentamientos humanos de las Rías Baixas comprendidos entre el siglo V antes de Cristo y el V después de Cristo como recursos turísticos.

En esta línea, las Rías Baixas se integrarán en la Ruta de las Casitérides, en honor de cómo se bautizaron las islas del estaño del Atlántico a las que navegaron los fenicios desde el Mediterráneo en busca del preciado metal. En ella, las Rías Baixas fueron clave como parada segura. Los fenicios comerciaban con el castro de A Lanzada, que era una factoría fenicio-púnica, ligada a los comerciantes del Mediterráneo y la salazón.