Asegura que la edcisión se tomó para evitar la disolución de la entidad
20 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El nuevo presidente de la comunidad de montes de San Xulián de Marín, Manuel Estévez, justificó ayer los cambios del censo de las elecciones del domingo, alegando que se aplicaron los estatutos y que la votación es legal. Estévez admitió que la decisión, que supuso la eliminación de la lista de casi 300 comuneros, puede parecer una «medida drástica», pero aseguró que se tomó para evitar la disolución de la entidad, y que, con el paso del tiempo, se entenderá como «algo normal».
«El censo no se manipuló, en las asambleas nunca había quórum y la Xunta nos dio una llamada de atención», precisa Estévez.
El presidente electo explicó que ante esta situación se aplicó un artículo de los estatutos que retira la condición de comunero a los que sumen tres faltas de asistencia a las asambleas. Con este argumento explica la reducción del censo de 557 (2013) a 271 personas. «¿Para qué queremos 700 comuneros si solo vienen 80 a la asamblea? Por el censo de ellos [la candidatura alternativa] la comunidad quedaría sin gobierno». Estévez sostuvo que si no se votase y renovase ya la junta rectora, la Xunta podría asumir la gestión.
Además, añadió que el censo actual no lo decidió él, sino la anterior junta -donde era secretario- y donde se acordó la aplicación del criterio citado e insistió en que el ex vicepresidente, que ahora está entre los críticos, lo aceptó. Por último, Estévez precisó que «dentro de un mes se abre el censo», por lo que los excluidos pueden pedir su reincorporación.
El exvicepresidente Laureano Allariz insistió en que ese censo no es válido porque se entregó a la Xunta el 7 de noviembre y la tercera asamblea, donde para él debieron contarse esas faltas, se hizo el 21 de diciembre.