Interceptan el envío de un cuchillo que se pliega como una tarjeta

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

GUARDIA CIVIL

Un pontevedrés pretendía remitir un arma prohibida a Estados Unidos

26 dic 2014 . Actualizado a las 08:00 h.

Un arma prohibida por estar considerada un instrumento «especialmente peligroso» para la integridad física de las personas. Un cuchillo plegable era lo que un pontevedrés pretendía hacer llegar a Estados Unidos mediante un envío postal. Pero sus planes se torcieron al interceptar la Guardia Civil esta singular y prohibida mercancía.

Según explicó ayer el instituto armado, se trata de un cuchillo de procedencia china que se pliega como una tarjeta de crédito y que es de difícil detección en los escáneres de los aeropuertos. La tarjeta, una vez desplegada, se transforma en una hoja de un solo filo, puntiaguda y de seis centímetros de longitud, lo que convierte a este cuchillo en un «arma peligrosa dada su facilidad de ocultación».

¿Y cómo se produjo la localización del cuchillo? Pues fue gracias al servicio de seguridad privada del servicio postal de Pontevedra que, el pasado 18 de diciembre, detectó un paquete sospechoso. Se trataba de un paquete enviado desde una localidad de la provincia a un ciudadano residente en North Charleston, una ciudad del estado estadounidense de Carolina del Sur, y que podría contener un arma blanca de esas características.

El caso pasó después a la Intervención de Armas de la Guardia Civil de Pontevedra. Sus componentes iniciaron las correspondientes gestiones para averiguar el contenido real del paquete, confirmándose que dentro había un cuchillo plegable. Las investigaciones realizadas permitieron dar con el remitente del envío postal, del que no ha trascendido su identidad. El autor no solo confirmó este envío, sino que hizo entrega de otros cuatro cuchillos más que pensaba enviar por el mismo procedimiento.

La Guardia Civil hizo hincapié ayer en que se trata de un cuchillo que está catalogado como un arma prohibida, incluida en el artículo 4.1.h) del Reglamento de Armas -aprobado en 1993- por tratarse de un «instrumento especialmente peligroso para la integridad física de las personas». Por su parte, el remitente del envío postal fue denunciado como autor de una infracción grave del citado reglamento.

Estrecha colaboración

Desde el instituto armado se apuntó que esta actuación fue posible gracias al plan general de colaboración con el sector de la seguridad privada y al trasvase de información que se mantiene en aplicación del mismo. En este caso, la sinergia fue entre la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra y el personal que presta sus servicios en compañías de seguridad privada en la provincia.